Consejo Defensa Sudamericano

Consejo Defensa Sudamericano

Resulta conveniente preguntar si los jefes militares dominicanos se han enterado de la creación reciente del Consejo de Defensa Sudamericano (CDS). A lo mejor no leyeron la noticia en la edición de HOY del miércoles 11 de marzo, quizás el único medio nacional que la publicó.

Vale la pena aclarar que el CDS fue una propuesta hecha el año pasado 2008 por el Presidente de Brasil, Luiz Inacio da Silva como forma de evitar que se repitiera una intervención militar no autorizada de un país en otro, tal como hizo Colombia contra Ecuador en mayo de 2008. Lula propuso este mecanismo dada las múltiples divergencias y desconfianzas entre los países sudamericanos.

De todas maneras, vale la pena repetir que los representantes de las fuerzas armadas de doce países de América del Sur se reunieron en Santiago de Chile para forjar un día histórico. Un día en el que establecerían formalmente un foro de debates para tratar de generar unanimidad en las decisiones que involucren a más de un país del Sur.

Enorme tarea porque son de sobra conocidos los conflictos binacionales que se han dado históricamente y prevalecen en esa zona. Colombia, por ejemplo, tiene actualmente conflictos creados con Venezuela y con Ecuador. Chile, asimismo, confronta litigios con Perú y con Bolivia. De la misma manera, Brasil y Paraguay tienen sus roces al igual que los tienen Guyana y Venezuela. Desenredar esta madeja no es tarea fácil, aunque tiene que ser intentada si realmente se busca el predominio de la paz.

Unificar criterios en los asuntos militares devino en algo urgente e ineludible. El modelo utilizado para idear esta organización internacional no fue la Organización del Atlántico Norte (OTAN). La idea no es unificar los militares de los países sudamericanos para formar un gran garrote que respalde las decisiones políticas de las naciones más poderosas. Tampoco para poner en marcha otra Operación Cóndor repleta de crímenes de Estado. Puesto que la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR) intenta seguir el ejemplo de la Unión Europea , el consenso ha sido elegido como el arma preferida para la CDS.

Eso sí, en esta conjunción de fuerzas armadas se evidencia el propósito de desmarcarse de Estados Unidos con su tradicional política de intervenciones militares por todo el mundo. Asimismo, se propone identificar los factores de riesgo y las amenazas que pudieran afectar la paz regional, no necesariamente las que desde el Norte se imponen.

Los conflictos a considerar serían las de sus respectivos países, no la copia de las exigencias tradicionales que ha hecho Estados Unidos. Ante esta situación de unión entre latinoamericanos al margen de los estadounidenses, no sorprendió entonces que el Jefe de Estado Mayor Conjunto, Mike Mullen, realizara una gira por Chile, Colombia y Brasil como advertencia sutil de que el imperio seguirá de cerca el intento de unión entre los militares sudamericanos.

Y si acaso hubiera alguna duda en cuanto a cuál sería la autonomía de operación de este nuevo organismo castrense, sólo habría que leer detenidamente una propuesta hecha por el ministro de Defensa de Brasil y aprobada a unanimidad por los asistentes a la reunión de Santiago de Chile. Consideraron los ministros que si alguna vez Estados Unidos solicitara participar como observador en este organismo tendría, primero, que modificar su relación con Cuba. Condición sine que non sería el levantamiento del bloqueo que los gobiernos estadounidenses han mantenido contra la nación cubana durante cinco décadas en flagrante violación al Derecho internacional y a las más elementales normas de los derechos humanos.

La creación del CDS debía ser material de estudio para los altos mandos militares de República Dominicana. Me refiero a los oficiales que piensan y quisieran hacer lo que el país necesita, no lo que a Estados Unidos se le antoje. Incluso, la investigación de los conflictos binacionales antes mencionados puede servir de orientación para mejorar el tratamiento a nuestras contradicciones con Haití. Pero sobre todo, buscar soluciones para que el deterioro de las fuerzas armadas dominicanas no siga ganando cuerpo en cuanto a la corrupción y a la dependencia de Washington, imponedor de hipótesis de conflictos que, a menudo, poco tiene que ver con las necesidades e intereses dominicanos.

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