Cotuí, Sánchez Ramírez — Una creciente preocupación se ha generado en los cuatro municipios de la provincia Sánchez Ramírez y en comunidades vecinas del nordeste, tras la prohibición del parqueo vehicular en el muro de la Presa de Hatillo. La medida fue implementada hace varias semanas por la Dirección General de las Empresas Generadoras de Energía Hidroeléctrica (EGEHID).
Francisco Sánchez Mena, presidente del Consejo Ecoturístico de Sánchez Ramírez, denunció que la disposición está afectando gravemente a propietarios de restaurantes, pescadores y pequeños comerciantes del distrito municipal ecoturístico y agrícola de Quitasueño.
“La medida ha reducido a su mínima expresión el número de visitantes al lago de agua dulce más grande de las Antillas Mayores”, afirmó Sánchez Mena.
La decisión de clausurar el parqueo en el área vial del muro responde a incidentes provocados por motoristas imprudentes que utilizaban el espacio para realizar carreras y maniobras peligrosas. Estos actos ocasionaron múltiples accidentes, dejando a jóvenes con lesiones físicas permanentes tras situaciones críticas de salud.
Propuesta de solución
El Consejo Ecoturístico ha planteado varias alternativas a EGEHID para evitar que la medida siga afectando las estrategias de inversión y desarrollo comercial en la zona. Entre las propuestas se incluye el establecimiento de normas y protocolos basados en ley y orden, que garanticen la seguridad de los visitantes al embalse.
El lago de Hatillo no solo genera energía limpia, sino que también sirve para la irrigación de miles de tareas dedicadas al cultivo de arroz en el nordeste del país.
Sánchez Mena expresó su confianza en que las instituciones responsables del manejo de la presa resolverán de manera civilizada los problemas generados por la prohibición:
“Estamos convencidos de que se puede encontrar una solución que no afecte el desarrollo turístico y comercial de Hatillo, sin comprometer la seguridad de los visitantes.”