Consejo Electoral monitorea medios Venezuela

Consejo Electoral monitorea medios Venezuela

CARACAS (AFP).- Los polarizados medios de comunicación públicos y privados, en el centro del huracán de la crisis de Venezuela, son monitoreados por un equipo facilitado por el Centro Carter para el Consejo Electoral (CNE), buscando su equilibrio en la campaña del referendo revocatorio del mandato del presidente Hugo Chávez.

El monitoreo del Centro Carter, del ex presidente estadounidense y premio Nóbel de la Paz 2002, Jimmy Carter, lo reliza un equipo de periodistas escandinavos, dirigidos por el noruego Stein Ove Gronsund, que cada cuatro días reporta al CNE sobre la cobertura mediática política.

«No puedo revelar ningún resultado particular. Mi impresión es que, aunque todavía hay mucho contenido polarizado, pienso que los medios están trabajando seriamente para mejorar eso», dijo esta semana Ove Gronsund.

«El esfuerzo que se ha venido haciendo para cumplir las normas (electorales) ha tenido un reflejo en los medios y un resultado positivo, se ha observado en general un intento de mejorar el tratamiento» informativo, dijo a la AFP el director del diario Ultimas Noticias, Eleazar Díaz Rangel.

El veterano periodista y ex director de la escuela de Comunicación Social de la Universidad Central de Venezuela observó «divergencias» entre el monitoreo del noruego Ove Gronsund y otro adelantado por el ministerio de Información de Venezuela.

El titular de ese despacho, Jesse Chacón, denunció que las televisoras privadas siguen parcializadas en favor de la oposición, algunas hasta con un promedio de 20 minutos diarios de propaganda a favor del »Sí» en el referendo, que apoya la oposición, contra un minuto por el »No», que promueve Chávez.

«Los medios de comunicación siguen jugando a hacer política (…) cuidado con lo que vemos y leemos, porque van a utilizar los medios para tratar de generar una matriz de información inexistente» en el sentido de que las encuestas anticiparían la derrota de Chávez, advirtió Chacón este miércoles.

«Ha habido mejorías en cuanto al balance y al equilibrio», opinó Alberto Federico Ravel, director de la televisora Globovisión -24 horas de información-, uno de los principales blancos de los ataques oficialistas sobre parcialización política.

La guerra entre los medios privados y Chávez comenzó casi inmediatamente después de que el mandatario llegó al poder en febrero de 1999.

El punto más crítico fue el 11 de abril de 2002, cuando las televisoras dividieron la pantalla para mostrar imágenes de violencia en las calles cuando el presidente se dirigía a la Nación en cadena radiotelevisada -la ley prohibe modificar esos mensajes-, por lo que el mandatario ordenó sacar del aire a los canales.

La superior tecnología de estos lo impidió y, por el contrario, perdió la señal el canal oficial VTV.

Estos hechos antecedieron al golpe de Estado del 12 de abril, que removió del poder por 47 horas a Chávez, quien culpó a algunos medios privados de estar ligados a la intentona, lo que las empresas de prensa rechazaron.

Para contrarrestar el «monopolio» mediático de las cadenas privadas, según asegura Chávez, el presidente creó un programa radial dominical, que se prolonga por más de 4 horas, y redobló los mensajes radiotelevisados.

Estos últimos resultan urticantes para los medios privados, que sostienen que por su abundancia perdieron miles de dólares por publicidad no transmitida en los últimos años. También la oposición critica a los medios estatales, a los que acusa de favorecer al gobierno.

En una nueva escalada, en marzo pasado el organismo recaudador de impuestos, Seniat, exigió a las cuatro principales cadenas de televisión privadas que cancelaran más de 3,1 millones de dólares por «donar» espacios a la oposición durante el paro de diciembre 2002-febrero 2003.

La Comisión Nacional de Telecomunicaciones multó en 2003 con 34.502 dólares a Globovisión por tributos no pagados al fisco.

Además, el gobierno le incautó a esa televisora equipos de transmisión bajo la acusación de que utilizaba frecuencias ilegales.

«Aspiro a que después del 15 de agosto se produzca un esfuerzo por tender puentes para lograr un clima de distensión», con un mayor equilibrio en los medios, «que permitan mejorar un ambiente enrarecido y pugnaz que ha caracterizado la vida venezolana en los últimos tres años», remató Díaz Rangel.

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