El Consejo Interreligioso para la Seguridad Alimentaria y Nutricional (Cisan) demandó ayer de los políticos, de los empresarios y sociedad civil asumir el reto de la seguridad alimentaria y eliminar el hambre en la República Dominicana.
El llamado fue vehemente y partió de monseñor Julio César Corniel Amaro, obispo de Puerto Plata, reverendísimo Moisés Quezada, de la iglesia Episcopal Dominicana y Feliciano Lacen, del Consejo Dominicano de Unidad Evangélica.
“Los pobres esperan una ayuda efectiva que les saque de su condición de miseria, no simples propósitos o convenios que den como fruto únicamente solemnes eventos, compromisos que nunca llegan a materializarse o simplemente quedan en portadas de prensa”, dijo Corniel.
El llamado de la entidad que agrupa a distintas instituciones religiosas y ecuménicas se produce al celebrarse hoy 16 el Día Mundial de la Alimentación.
El Consejo Interreligioso está conformado por la Conferencia del Episcopado Dominicano (CED), la Iglesia Episcopal Dominicana (IED) y el Consejo Dominicano de Unidad Evangélica (CODUE)
“Hacemos un ferviente llamado a todas las comunidades religiosas, al Estado Dominicano, al empresariado, a los partidos y líderes políticos, y a la sociedad civil para asumir en nuestro país la seguridad alimentaria como un derecho fundamental vinculado al desarrollo humano, tal como lo establece nuestra Constitución Dominicana en sus artículos 54 y 61”, asegura.
Señalaron que la República Dominicana tiene una tasa de pobreza extrema que se sitúa entre el 5% y el 10%, que por derecho debe tener la oportunidad de consumir alimentos sanos y nutritivos en cantidad y calidad adecuadas, al igual que acceder a servicios básicos (agua potable, energía eléctrica, saneamiento ambiental y atención de salud).
Es inequidad El CISAN considera que combatir el hambre en el país es un desafío urgente para todos, que clama por la caridad, solidaridad y justicia. “De nada sirven los indicadores nacionales si no estamos en la disposición final de asumir ese desafío”, dijo Corniel.
En ese sentido, llamaron a la reflexión y a la acción para emprender y articular iniciativas locales y nacionales y de esa forma fomentar acciones dirigidas a la erradicación de la malnutrición y eliminación de enfermedades generadas por la falta o exceso de alimentación, impulsando y dándole vida a la Ley 589-16 sobre Soberanía, Seguridad Alimentaria y Nutricional en la República Dominicana. Aseguró que esa iniciativa va en concordancia con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 2, Hambre Cero que trabaja el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas y otros organismos nacionales e internacionales.
Atención políticos Tomando en cuenta el actual período electoral, los religiosos y ecuménicos llaman a todas las partes a que adopten los principios incluidos en los Objetivos de Desarrollo Sostenible para alcanzar la meta de erradicación del hambre para el 2030.
Llamó a no quedarse con los brazos cruzados mientras existan hermanos que padecen hambre, es necesario cambiar el presente y el futuro con nuestras acciones concretas.
Es un mandado bíblico no quedarse inactivo frente a las personas que pasan hambre, aseguró el obispo Corniel, lo mismo dijo Quezada y Lacen, quienes firmaron un comunicado llamando la atención
Pobreza
Es un deber cristiano erradicar el hambre, pues se trata de un mal social que ocurre por las diferencias entre seres humanos, unos tienen mucho y otros no tienen nada.
Evangelio
Es un mandato religioso, “Denles de comer”, Lucas 9,13, por lo que los religiosos y ecuménicos pidieron asumir el objetivo Hambre Cero, se trata de un Objetivo de Desarrollo Sostenible.
No quedarse inertes
El llamado del Consejo es que los empresarios, políticos y la sociedad no se queden con los brazos cruzados ante el hambre.