El presidente del Consejo Nacional de Drogas, Alejandro de Jesús Abreu señaló que los problemas de adicciones a sustancias ilícitas no deben ser vistos como un problema individual, sino como una situación que afecta la convivencia social de manera general.
Durante la misa de acción de gracias por el 37 aniversario del Consejo Nacional de Drogas, De Jesús Abreu definió las adicciones como un problema psicoemocional causado por una visión desmedida de la vida y un profundo vacío existencial que deteriora la salud mental, y con ello el tejido familiar y comunitario.
En respuesta a esta problemática que afecta principalmente a la juventud, el presidente del Consejo destacó la necesidad de promover una pedagogía territorial profunda, terapias psicológicas, promoción del arte sano y el uso consciente de la tecnología.
Como otras medidas importantes para mitigar y prevenir el uso de sustancias prohibidas, se comprometió con fortalecer la comunicación en redes sociales mediante contenido creativo que permita conectar con las nuevas generaciones, así como abogar por combatir la adicción digital.
De Jesús Abreu definió a la familia, la escuela y la comunidad como los tres pilares básicos de la sociedad, a quienes corresponde corregir con amor, formar para el futuro y guiar con los valores tradicionales de la iglesia cristiana.
“El Consejo acompaña a padres, docentes, iglesias y vecinos a enfrentar el consumo y abrir caminos de oportunidades. Por eso invitamos a los empresarios a facilitar el primer empleo, a los docentes a enseñar con vocación y a los padres y tutores a liderar hogares sanos y amorosos”, expresó De Jesús Abreu.
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En otro ámbito, anunció que el Consejo asumió la misión de enfrentar el desafío de las nuevas sustancias psicoactivas al impedir que estas drogas lleguen a las calles del país, mediante un sistema de alerta temprana y protección.