Naciones Unidas  (EFE).- Las cinco potencias del Consejo de Seguridad no lograron alcanzar ayer un acuerdo sobre qué decisión tomar para presionar a Irán para que suspenda sus actividades de enriquecimiento de uranio. Tras una reunión ayer en la mañana, los cinco miembros permanentes del Consejo y con derecho a veto -China, EEUU, Francia, Reino Unido y Rusia- se mantenían divididos sobre el texto de una declaración presidencial, cuya adopción se prevé para esta semana. 

El texto, elaborado por las delegaciones británica y francesa, con el apoyo de EEUU, insta a Teherán a cesar sus actividades nucleares y al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) a informar sobre el cumplimiento de esta exigencia en un plazo de tiempo aún por determinar.

El embajador de EEUU, John Bolton, manifestó que “Irán  desafía a la comunidad internacional”, por lo que consideró que se debe tomar una decisión con carácter “urgente”.

Tras anunciar que las consultas continuarán el martes, el diplomático estadounidense restó importancia a las divisiones existentes entre los cinco miembros permanentes del Consejo.

“Durante casi cuatro años, hemos intentado llevar la crisis iraní al Consejo de Seguridad. No es una sorpresa que ahora hayan diferencias entre los países”, precisó.

El embajador británico, Emyr Jones Perry, indicó que las discusiones para una declaración presidencial siguen y que esperan que esta misma semana puedan presentarla al resto de los miembros del Consejo.

Las negociaciones limitadas a los “cinco grandes” sobre el contencioso iraní ha despertado malestar entre los diez miembros no permanentes del Consejo, que no han recibido aún una copia del borrador de la declaración, y que consideran que deberían también estar presentes en las consultas.

No obstante, el diplomático británico argumentó que es necesario “un consenso preliminar” entre los miembros con poder de veto, antes de discutirlo más ampliamente con el resto de países del Consejo.

La posición del Reino Unido, al igual que la de EEUU, es que la decisión del Consejo sea “firme” y se tome de inmediato, aunque considera que las medidas a aplicar deben ser “graduales y reversibles”, para dejar la puerta abierta a posibles futuras negociaciones.

Perry se mostró optimista de que los cinco miembros del Consejo llegarán pronto a un acuerdo, tras destacar que “no existe un desacuerdo fundamental”, ya que todos coinciden en que el objetivo final es evitar la proliferación nuclear.

Sin embargo, Rusia y China mantienen su posición reacia a que sea el Consejo de Seguridad quien asuma el dossier iraní, más allá de un sesión de carácter informativo, porque consideran que el lugar de debate y de decisión debe ser en el marco de la OIEA.

También han expresado su oposición a que el Consejo aplique medidas punitivas contra Irán, como pueden ser sanciones diplomáticas o económicas, porque podría complicar más la situación.

En el caso de Rusia, el Kremlin todavía no descarta alcanzar un acuerdo con las autoridades iraníes sobre su propuesta para que Teherán enriquezca uranio en territorio ruso.

El ministro de Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, anunció hoy que Moscú celebrará esta semana una nueva ronda de consultas sobre la propuesta, que está respaldada por el OIEA, en el contexto de los esfuerzos multilaterales para hallar una solución a la crisis.

La fórmula propuesta por Rusia, que contaría con la supervisión del OIEA, permitiría garantizar que Irán no utilizará el proceso de enriquecimiento de uranio para fabricar armas nucleares.

A cambio, Irán debe retornar al régimen de moratoria sobre todas las actividades nucleares, incluidas las investigaciones, demanda que ha rechazado el gobierno de Teherán.

El presidente del Consejo de Seguridad, el embajador de Argentina, Cesar Mayoral, manifestó hoy que antes de que acabe la semana podría producirse una reunión formal de todos los miembros de este órgano sobre Irán y adoptarse una decisión.