Consejo UASD rinde honores al exrector Miguel Rosado

Consejo  UASD rinde honores al  exrector Miguel Rosado

El consejo de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) rindió ayer honores al exrector Miguel Rosado Montes de Oca, quien falleció el pasado domingo por problemas de salud.
Rosado Montes de Oca, ingresó como docente a la UASD en 1979, y fue rector durante el período 1999-2002. También fue rector de la Universidad del Caribe. En 2012 fue designado por el presidente Danilo Medina asesor del Poder Ejecutivo en materia de Educación Superior.
El cuerpo del catedrático llegó a las 12:42 de la tarde a la UASD, donde le esperaba una banda de música, la cual escoltó los restos hasta la entrada del Aula Magna, allí le esperaban las autoridades de la casa de altos estudios.
Guardia de Honor. Tras iniciar las honras fúnebres a Rosado Montes de Oca, la primera guardia de honor la encabezó el rector Iván Grullón, la ministra de Educación Superior Ciencia y Tecnología (Mescyt), Alejandrina Germán y la exministra Ligia Amada Melo.
Además les acompañaron los exrectores Fernando Sánchez, Julio Ravelo, Edylberto Cabral, Porfirio García, Roberto Reyna y Franklin García Fermín y el vicerrector Jorge Asjana.

El decano de la Facultad de Ingeniería José Joaquín Reyes, quien también hizo guardia de honor, dio lectura a la trayectoria de Rosado Montes de Oca, a quien definió como un hombre desinteresado que lo dio todo para el crecimiento de la UASD.
“Toda su formación, todo su esfuerzo y todo su trabajo siempre lo orientó con un desapego a los egoísmos propios de la mayoría de los seres humanos y abrazó los ideales más extensos de la sociedad”.
El rector. Iván Grullón, quien leyó el discurso central dijo que aunque Rosado murió, queda su sentido de la responsabilidad, su valentía y el ejemplo de su amor y respeto a la universidad de la que fue rector memorable.
“La muerte nos ha quitado a Miguel Rosado, pero queda grabado en nosotros el recuerdo de que tuvo coraje para ejecutar medidas que no eran populares, pero beneficiaban a la universidad”, expresó.
Destacó de Rosado que fue un hombre que actuó correctamente, sin favoritismo ni odio ni persecuciones, siempre colocando el interés de la UASD por encima de los intereses personales o de grupos.
“La UASD ha perdido a uno de sus hijos más queridos, pero nosotros conservaremos en nuestras memorias el recuerdo de ese titán de la uasdianidad, ese guardián de la más antigua universidad de América”.
Al concluir las honras fúnebres, los restos de Rosado fueron llevado a su última morada, el cementerio Cristo Redentor.

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