“Consejos al Presidente Abinader”
La experiencia política me ha enseñado que no hay nada más difícil que hacerle ver un error a alguien que en algún momento ha triunfado electoralmente, con el agravante, de que muchas veces son los áulicos perpetuos que pululan gobiernos tras gobiernos quienes obnubilan con sus lisonjas la razón de los gobernantes.
Sin embargo, aunque es muy probable que mis consejos solo sean asimilados como una crítica más igual como lo asumieron sus antecesores; quiero con el debido respeto a su investidura tener la osadía de dejar mi admonición por escrito para que sea el futuro quien se encargue de colocarlo en el lugar que corresponda.
El Poder es Multidimensional.
Es una verdad axiomática que desde afuera muchos imaginamos como debe dirigirse el poder, pero es en el ejercicio del mismo donde uno se da cuenta que está luchando con una anaconda de muchas cabezas. Y, aunque la serpiente nunca pondrá fin al deseo de comernos el éxito radicará en poder controlar cada una de sus cabezas.
En ese sentido, el presidente Abinader tiene que convertir a su antecesor en un espejo en el que se pueda mirar todos los días y aprender de ese reflejo; él es la prueba inequívoca de que el poder no es matemática. En política las diferencias y los problemas que se le dejan al tiempo cuando los queremos abordar ya han hecho metástasis.
Además, ningún gobernante puede olvidar los dos mensajes que dejó la Segunda Guerra Mundial más allá de los daños y las secuelas. Por tanto, se comprobó que un ejército sin capacidad de triunfo muchas veces puede causar más daño que otro superior y que quien se enfrenta a todos unificará a un poderoso enemigo.
Por eso, es total y absolutamente políticamente incorrecto tener tantos frentes abiertos al mismo tiempo y tan rápido; ni siquiera Alejandro Magno, Atila y Gengis Kan juntos podrían salir victoriosos enfrentando tantos sectores. No olvide honorable presidente que los poderes fácticos no solo se componen de empresarios.
El Poder es una Guerra Perpetua.
Dijo el legendario escritor alemán Jean Paul Richter que “después del poder, nada hay tan excelso como saber tener dominio de su uso”. Por ello, es ilógico, irracional y muy peligroso que en tan solo 7 meses de gobierno ya tenga confrontaciones con el PLD que aun con todo y el descredito social sigue siendo una maquinaria muy poderosa, con muchos recursos y una gran capacidad de hacer daño.
De igual forma, otro conflicto con la Fuerza del Pueblo y más de 20 partidos pequeños por el tema del financiamiento aun sabiendo que ese bloque lo encabeza uno de los expresidentes con mayor experiencia política y de Estado. Focos subversivos de ex-empleados reclamando sus prestaciones y de aquellos reclaman sanciones contra los ex funcionarios.
También, desde ya tiene varios proyectos presidenciales en su propio gobierno que están concentrados en ellos y no en ayudarle. Y, ahora se le suma el reclamo de los liberales y las iglesias pidiendo el cumplimiento ambos sectores de supuestas promesas de campaña de las agendas que ellos representan. Por tal razón, solo me queda recordarle mi admirado presidente que el poder es un autobús que va montando y dejando pasajeros y que no puede seguir dejando que otros le impongan la agenda política. En efecto, si sigue abriéndose más frentes en tan poco tiempo corre el riesgo de unificarlos a todos en contra suya.