Consejos cardíacos

Consejos cardíacos

TIBERIO CASTELLANOS
Los cardiólogos hablan de los «accidentes» cardiovasculares. Yo entiendo que un accidente es algo que puede evitarse. Pienso que no siempre, pero sí podríamos decir, que casi siempre.

Entre otras definiciones de la palabra accidente, mi diccionario da ésta: suceso fortuito. Y el adjetivo fortuito tiene como definición: casual, inopinado. Y, creo que esto basta como esclarecimiento de lo que quiere decir accidente.

Los cardiólogos señalan ciertos «factores de riesgo», es decir, hábitos o condiciones que contribuyen a conseguir un infarto, asi como los encargados de evitar los accidentes del tránsito nos hablan de «cuidar de no llevarse una luz roja»; «detenerse en una señal de Pare o Stop»; «no manejar a mucha velocidad», etc. Y estos señalamientos y otros se hacen para evitar accidentes de tránsito.

Veamos entonces esos factores de riesgo, que evitados, pueden ayudarnos a no morir de un infarto (y es una bobería de mi parte escribir esto, porque casi nadie hace caso de estas advertencias):

El Sobrepeso y, claro, la obesidad. Menciono éste primero porque es el más visible de todos (y tengo que confesar que con frecuencia soy indiscreto con mis amigos preguntándole, a veces en público, ¿Pero, tu no estás engordando, no?

La poltronería, o mejor dicho, la falta de ejercicios físicos.

El cigarrillo.

El alcohol (claro, esto no se refiere al vino tinto que yo tomo en pequeñas porciones con las comidas, ni a los traguitos de coñac que yo me doy cuando me ha bajado mucho la presión arterial).

El colesterol.

El estrés (no me gusta usar esta palabra ya que pudiéramos mejor decir excesiva tensión emocional. Pero ya ven, la expresión resulta un poco larga).

La Hipertensión Arterial. Le llaman también el enemigo silencioso. Porque ocurre, que a muchas personas, esta condición, en su fase moderada, suele hacerlas muy activas y productivas, lo que induce a algunos a descuidarse. Estos, lamentablemente, vienen a descubrir su problema cuando ya es demasiado tarde.

Y no se si habré olvidado otro factor de riesgo, pero ahora se habla también de la herencia, es decir del factor genético. Y entiendo que a este factor se le da, en la actualidad mucha importancia.

Y aquí añado como otro factor de riesgo para el infarto, la diabetes descuidada.

Y dicen los cardiólogos que el riesgo de un accidente cardiovascular es mayor cuando uno suma dos o más de estos factores de riesgo.

Tengo que decir que la disciplina para librarse de alguno de estos factores de riesgo es algo muy difícil de conseguir para la mayoría de las personas.

Es muy difícil cambiar los hábitos alimenticios.

He notado que la gente, con facilidad, cambia sus muebles, su ropa, su música, y hasta sus amigos. Pero casi nunca deja de seguir comiendo esos platos sabrosos y ricos en colesterol, típicos de su etnia. Y la gente más joven, casi toda ha sido educada, gastronómicamente, por los «fast food».

En cuanto a los ejercicios físicos, es igualmente difícil para la mayoría de la gente adquirir la disciplina de la gimnasia diaria, no obstante el florecimiento de los gimnasios y de los parques públicos y los numerosos programas de TV y los muchos aparatos para ejercitarse en casa que ahora se venden.

En fin, si quieren, no me hagan mucho caso. Que yo no soy médico. Estas cosas las he aprendido en los periódicos, y escuchando a los médicos, y las escribo hoy porque, recientemente, he lamentado la muerte aquí de varios conocidos y apreciados jóvenes, victimas de un infarto.

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