Consejos médicos para calzar a los más pequeños

Consejos médicos para calzar a los más pequeños

Los pies de los niños crecen entre 7 y 8 mm cada tres meses, por eso es necesario comprobar que el calzado no se ha quedado pequeño, porque sus dedos son muy elásticos y pueden comprimirse pudiendo generar lesiones.

A continuación, algunas recomendaciones del Colegio de Podólogos de la Comunidad Valenciana:
1. El zapato debe llegar hasta debajo de los maleolos (huesos laterales del tobillo) y en el caso de las botas deben ser lo suficientemente flexibles.
2. La plantilla del zapato debe ser plana y flexible.
3. Un calzado sano tiene muy poco tacón para favorecer el equilibrio y salvaguardar las piernas y la espalda. Además ha de ser lo suficientemente ancho por delante como para permitir a los dedos abrirse y moverse con libertad.
4. Se recomienda adquirir un calzado fabricado con materiales naturales que permitan la transpiración de los pies.
5. El modelo más adecuado es un zapato que se adapte y sujete bien al pie, con cordones o un velcro en el empeine.
6. Hay que probarle el zapato al niño con las medias puestas y vigilar que haya un espacio de 0.5 a 1.5 cm entre su dedo más largo y el calzado. Además, el mejor momento para probar el zapato es al final del día cuando los pies están más hinchados.

¿Cómo hacer para evitar la ciática?

La ciática o lumbociática es un dolor que habitualmente se origina en la espalda a nivel lumbar, irradia al glúteo y al muslo y se extiende hasta abajo de la rodilla.

El dolor puede ser muy intenso y puede llegar a impedir caminar o incluso dormir.

El problema es causado por la irritación de uno o varios nervios que van a la pierna, porque los discos que hay en las vértebras se ensanchan o se salen de su sitio y comprimen el nervio ciático. Se puede producir por un golpe o esfuerzo brusco y también por el desgaste producido por la edad. Para evitarlo, evite el sobrepeso, utilice una cama firme, no tome cosas pesadas del suelo ni esté mucho de pie sin moverse y ejercítese.

Mujeres: ¿deben tomar hierro?

El 25 % de las mujeres sufre anemia ferropénica durante la regla, y el tratamiento consiste en tomar hierro durante un período de dos meses. En estos casos, conviene tomarlo durante 60 días seguidos, y así puede evitar que esa anemia vaya a más. Una vez se reponga, si sigue con anemia en la menstruación tómelo solo esos días.

Las plantas que cuidan tus pies

La fitoterapia nos ofrece soluciones para los pies. Por ejemplo, la caléndula,  una planta con poder antiséptico, astringente, cicatrizante y antiinflamatorio. También la rosa mosqueta, de cuyas semillas se extrae un aceite sin olor, de gran absorción e ideal en aplicación local, pues presenta un intenso efecto reparador de los tejidos dérmicos, capaz de matizar cicatrices y quemaduras.

Mariscos: proteínas y pocas calorías

El marisco es principalmente importante porque proporciona proteínas, incluso más completas que las vegetales, y también grasa de buena calidad, necesarias para el funcionamiento de nuestros órganos, como el corazón, sus vasos sanguíneos y el sistema nervioso. Además es fuente de algunos minerales que nos interesan, como el yodo, hierro, fósforo, magnesio y zinc. Algunos mariscos contienen mucha vitamina A (langosta, pulpo) y todos ellos tienen vitamina B (sobretodo B12), y vitamina D.

Existen cuatro tipo de mariscos: crustáceos (langostinos, langostas, cangrejos, camarones…), moluscos (ostras, almejas, mejillones…), equinodermos (erizos de mar) y cefalópodos (pulpo, calamar, sepia).
La recomendación es consumir mariscos y pescado de 4 a 5 veces a la semana, alternándolos. Los mariscos tienen un montón de beneficios, por ejemplo, son bajos en calorías: la media de crustáceos y moluscos está en torno a 80 por cada 100 gramos. Aportan buena grasa, ya que la mayor parte de ella se compone de ácidos grasos poliinsaturados, sobre todo omega-3, la mejor “medicina” para prevenir las enfermedades cardiovasculares. Los mariscos tienen menos agua que los pescados, pero aportan un mayor contenido de proteínas de alto valor biológico, además de vitamina B12 y ácidos grasos que protegen las neuronas.

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