Durante las vacaciones, el descanso y el tiempo libre consiguen ocultar durante unas semanas las preocupaciones personales y las obligaciones laborales cotidianas. Y tanto descanso puede hacer que también se baje la guardia y uno se relaje más de la cuenta en lo que a la dieta se refiere.
Relax, dulces, refrescos y comidas con amigos se convierten en un cóctel peligroso para la línea, que hace que volvamos a casa con un par de kilos de más y se dispare la demanda de dietas post vacacionales para conseguir recuperar la figura, publicó el portal terra.com.
Sin embargo, hay que huir de las obsesiones y afrontar la dieta de forma realista. Deja de lado los manjares calóricos y prepárate a beber dos litros de agua al día, hacer ejercicio y seguir una alimentación rica en frutas, verduras y pescado, porque, según los expertos, es la forma más eficaz de perder peso y mantenerlo de forma saludable.
Para decir adiós a esos kilos de más que vuelven contigo a casa, lo idóneo es hacer una dieta «detox», recomienda la farmacéutica y nutricionista del centro médico estétito Felicidad Carrera Leticia Carrera.
Reduce las raciones e ingiere alimentos fáciles de digerir que faciliten la eliminación de toxinas y los procesos de digestión.
El pescado blanco, los caldos, las infusiones drenantes, los zumos y las frutas como la piña, la papaya y la sandía son una opción acertada.
También es importante aumentar el consumo de verduras a dos raciones al día, una en la comida y otra en la cena, optando por aquellas diuréticas «para facilitar la eliminación de líquidos al mismo tiempo que conseguimos una pérdida de grasa», aconseja Carrera.
Consume alimentos antioxidantes (coles, frutos rojos, cítricos, tomate,…) para combatir los estragos de los excesos y el aumento de radicales libres que produce el sol caso hayas ido a la playa en vacaciones, y toma al menos tres piezas de fruta al día, evitando las más calóricas como los plátanos, las uvas, los higos o la chirimoya.
Deja de lado la fritura, rebozados y empanados, y cocina a la plancha, al horno o al vapor. Además, los expertos coinciden en que realizar cinco comidas al día (desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena) es lo más recomendable.
Por la mañana el aporte de calorías debe ser mayor, recomiendan los profesionales de la clínica online smartsalus.com, ya que por la noche no se produce una quema de calorías tan acelerada. El desayuno y la comida han de ser, por ello, más copiosos; a media mañana y a la merienda, limitarse a un yogur y una pieza de fruta, y la cena ser ligera.
La importancia del desayuno. Puede sonar a tópico, pero el desayuno es la comida más importante del día y no hay que saltárselo. Después de más de ocho horas en ayunas y la quema de calorías que se produce durante el sueño, hay que reponer nutrientes para empezar el día con energía.
En esta primera comida del día hay que incluir lácteos como la leche, que es una excelente fuente de calcio, según la responsable de nutrición de PronoKal, Graciela Moreira, que afirma que la leche de vaca «no es tan mala como la pitan». Para los intolerantes a la lactosa, los yogures son un buen sustitutivo, ya que aportan calcio y proteínas.
Las frutas también han de estar presentes. Es recomendable ingerir la pieza de fruta entera en lugar de en zumo, ya que para exprimirlo es necesario usar dos o tres piezas, lo que aumenta el consumo de azúcares simples y hace que se pierda el aporte de fibra, importante para sentirse saciado y favorecer el tránsito intestinal. Las tostadas, preferiblemente de pan integral, y los cereales de avena son un buen aporte de fibra, recuerda Moreira.
Los fiambres bajos en grasas como el pavo, el jamón york y el jamón serrano sin la grasa visible, añaden proteínas. Una buena alternativa a estas propuestas son los huevos, que pueden prepararse pasados por agua, poché o escalfados. El rico contenido en nutrientes y Omega 3 de los frutos secos los convierte en una buena apuesta para el desayuno, pero siempre con moderación y tomando poca cantidad, ya que son alimentos muy calóricos.
El ejercicio, siempre una ayuda. El esfuerzo no servirá de nada si la dieta no se combina con ejercicio físico. El responsable del área de actividad física de PronoKal Group, Felipe Isidro, recomienda tener en cuenta las características de cada cuerpo a la hora de afrontar la tarea.
Para aquellas personas sin sobrepeso, lo mejor es realizar deporte por la tarde, porque «regula el ritmo cardíaco y ayuda a rendir mejor», mientras que para aquellas con sobrepeso lo idóneo es realizarlo por la mañana, ya que «acelera el metabolismo y ayuda a descansar mejor por la noche».
Muy importante es tener en cuenta que si la actividad física se realiza por la mañana, hay que desayunar una hora antes de llevarla a cabo.