Evite la resaca: los excesos siempre son malos, para disfrutar no hay que excederse con el alcohol.
Recuerde que un pensamiento claro atesora los mejores recuerdos.
En el caso de padecerla, tome alimentos suaves, que no irriten la mucosa gástrica, como los yogures, y trata de reponer la pérdida de agua y vitaminas, en caso de vómitos, con zumo de naranja y frutas frescas.
Mucha comida en la mesa no es sinónimo de comer mucho.
Puede estar frente a la mesa más abundante que conozca y no por ellos debe comer mucho.
Puede probar pequeños bocados de cada cosa para satisfacer su apetito y curiosidad.
Evite todo lo que nade en salsas y los postres pesados. Aunque la ración no sea muy grande, basta un poco para aportar más calorías y dificultar la digestión.
Baile: bailar es un ejercicio divertido que le hará quemar calorías en exceso.
Evite los temas negativos. En algunas reuniones familiares existen personas que lamentablemente aprovechan la ocasión para desahogar sus rencores.
Rencores que pueden destruir una mesa preciosa, de la misma forma que engorda una pequeña bola de nieve que dejamos rodar pendiente abajo.
Evite la tentación de contestar. El pensamiento negativo es un alimento que nos hace daño.
Alimentar la felicidad es parte de una nutrición equilibrada.
Efecto en el organismo
El exceso en la ingesta de alimentos ricos en grasas, azúcares y el alcohol, provocan un sobreesfuerzo del aparato digestivo, produciendo ardor, acidez, pesadez, flatulencia y digestiones lentas. No es comer de más, es utilizar el autocontrol para que puedas comer de todo sin remordimientos y llegar al final de la Navidad sin sumar libras no deseadas.