Durante el verano, las temperaturas suben considerablemente, situación que puede afectar la piel si se expone sin ningún tipo de precaución.
La dermatóloga Silvia Marte Abreu detalla que durante la época de verano aumentan los riesgos de sufrir daños en la piel. “El hecho de que el calor deshidrate más rápido la epidermis y de que la sudoración aumente la humedad, la hace más propensa a infecciones, razones por las cuales durante esta temporada del año los cuidados de nuestra piel deben ser mayores”, advierte.
Para prevenir los efectos dañinos del sol, la especialista detalla que la limpieza diaria debe realizarse con productos suaves que no alteren el manto ácido de la piel, que no irriten ni sean muy perfumados, pero ayuden a eliminar la grasa y suciedad acumulada.
Aconseja además que tomar agua, algo muy importante para la salud de la piel, ya que mantenerla hidratada permitirá mantener una piel tersa y evitará la deshidratación, que es muy habitual cuando nos exponemos al sol.
“Recomendamos usar ropa ligera y fresca, preferiblemente blanca y de algodón, a sí como gafas y sombreros para protegerte del sol al salir a la calle, así evitarás la acción directa del sol”, detalla.
Señala también que es prudente utilizar a diario protección solar en todas las áreas que vaya a exponer al sol, especialmente cuando visite playas, piscinas… Y se recomienda un mayor factor de protección solar para defender la piel de los rayos ultravioleta.