Es ya una tradición en las mesas dominicanas la abundancia de comida los 24 de diciembre, cuando celebran Nochebuena, ese es el día en que se tira la casa por la ventana, si de alimentos se habla, repartiendo entre los vecinos, guardando un pedazo de lasaña a la sobrina favorita, o sirviendo unos deliciosos pasteles en hojas.

Los dominicanos han denominado el 25 de diciembre, como el día oficial del recalentado, pues el ajetreo del anterior no admite muchos esfuerzos.

A continuación, la mejor forma de recalentar los alimentos que quedan de Nochebuena:

Se recomienda usar estufa o fogón, en vez de utilizar el microondas, primero, porque es más saludable y, segundo, porque el sabor de los alimentos se conserva más.

Para evitar que el mañoso de la familia se queje de que no le gusta la comida recalentada, es importante agregarle una taza con agua.

No se puede olvidar ponerlos a fuego lento, ya cocinó, ahora lo está recalentando.

En el caso de las pastas, luego de refrigeradas, tienden a secarse, por tanto, agregarles leche y mantequilla es buena idea para devolverle la cremosidad.

El baño maría también resulta ser una opción factible, consiste en colocar los alimentos en un recipiente y ese envase en otro con agua, eso permite que no se pegue, sea cual sea el tipo de comida, y tenga un sabor casi similar a cuando se cocinó.

Las carnes y el pan podrían recalentarse en el horno, dando un tiempo prudente para que no se quemen o se consuman.

No es usual, pero por si quedan pastelitos o croquetas, lo correcto es usar aceite de oliva para que estén un poco crujientes.

Hay que tomar en cuenta las cantidades, o sea, no es correcto recalentar todo para volver a refrigerar y recalentar otra vez, lo recomendable es utilizar la cantidad que se va a comer.