El envejecimiento de la piel comienza desde que se nace, pero los efectos del deterioro físico y mental que van ligados al paso del tiempo, son cada vez más tardíos y ese fenómeno tiene una explicación lógica.
Los ejemplos sobran. Antes, una persona de 65 años era considerada un anciano; hoy es todavía una persona joven con mucha vida por delante. ¿Responsables? un cambio en el estilo de vida, en los hábitos alimenticios y los progresos que se han producido en la medicina.
Sin embargo, hay que tener claro que es mejor prevenir que curar, por eso hay que empezar temprano a tomar medidas preventivas para enfrentar los primeros signos del envejecimiento.
Tome en cuenta que estas medidas hay que tomarlas aunque los signos de la edad no sean visibles; por consiguiente, además de una comida sana, los ejercicios y una buena nutrición son los pilares más importantes.
Empieza con una rutina diaria y lograrás tu objetivo. Aquí te decimos de qué manera.
Desmaquíllate todos los días
No importa lo tarde que llegues a casa o lo cansada que estés después de una rutina de trabajo. Tu piel necesita respirar y despojarse de los residuos acumulados durante el día, además realízate periódicamente una exfoliación.
Golpecitos de agua fría
Dáselos a todo el conjunto: escote, cuello y cara. Este gesto tan sencillo resultará muy estimulante para los músculos y circulación de la zona.
Un masaje desde adentro hacia afuera. Coloca en el rostro los pulgares y los índices, date un masaje. Esto aumenta la energía; estimula la piel con ligeros pellizcos para favorecer la regeneración de células.
Elección correcta de la crema
La escogida para el día y para la noche deben adecuarse a tu tipo de piel para que realmente obtengas los beneficios que estás buscando.