Consejos para madres

Consejos para madres

Quiero compartir con ustedes  algunos tips  que de seguro le harán reflexionar, establecer prioridades y sobre todo tomar decisiones familiares que harán la diferencia en la formación de sus hijos e hijas; dispondrá de herramientas para visualizar la realidad desde una óptica más amplia para tomar acciones correctas.

Usted que desea ser una especie de súper mujer, madre, esposa; este es su regalo de hoy

ANNA JIMENEZ
cienciaplus@yahoo.com

Seguramente es de las millones de mujeres profesionales con hijos pequeños que desean desarrollarse en sus áreas de trabajo y ser excelentes madres, esposas, amantes y hasta amigas, algo así como una especie de Súper mujer.

Aunque no tengo una experiencia amplia como madre, apoyada en la vivencia de ser mami de dos niños (el mayor de cinco años y el menor de 10 meses), les puedo decir que no es tan fácil ser esa súper mamá que ronda sus cabezas, ya que en algún momento caerán exhaustas o sencillamente mostrarán ser deficitarias en alguna área, en especial en otorgarse un poco de tiempo para ustedes mismas y aunque no lo crean sacrificando el tiempo que pudieran dedicar a sus pequeños, aunque se supone que aquellos de ser la número uno del trabajo o destacarse en su área profesional, amén de que es encomiable, probablemente, y sin querer, les hará desviar del objetivo: “lo hago por mis hijos”, y en el proceso no de da cuenta que el tiempo para ellos es menor y que la casa de convierte poco a poco en una especie de hotel, donde sólo se va a dormir, desconectando poco a poco de la realidad que viven los niños, pero tengo para decirles que como dice David O. Mckay, un famoso líder religioso, que por mucho tiempo fungió como presidente de una denominación protestante, «Ningún éxito en la vida compensa el fracaso en el hogar».

Esta frase es sabia de la N a la R, por que sencillamente es cierto. De qué sirve ser la número uno en el trabajo full time que lleva, que le obliga a “cumplir responsabilidades, por lo general hasta fuera del horario normal de trabajo”, si para quien supuestamente lo hace – los hijos-, los va perdiendo poco a poco, hasta ver cumplir pasmosa y rápidamente la frase antes citada. De nada, ¿verdad?.

Tomando esto en cuenta quiero compartir con ustedes algunos tips y consejos que de seguro le harán reflexionar, establecer prioridades y sobre todo tomar decisiones familiares que harán la diferencia en la formación de sus hijos; no se preocupe no le induciré a que deje de trabajar, sólo a que tenga herramientas para visualizar la realidad desde una óptica más amplia y priorice sus acciones en lo adelante.

La presencia en nuestra infancia de un buen padre o una buena madre hace una diferencia fundamental. Cuando el padre/ madre se comporta como debe, el niño se siente fuerte y protegido, tiene un pilar en el que apoyarse, en el que encuentra fuerza, apoyo y, también, disciplina y reglas de conducta.

Ser un buen padre no es un trabajo con horas fijas, sino que es una vocación de vida a la que debemos aplicarnos con toda alegría, pese a que sepamos que bien puede ser que

Según teorías sicológicas una de las claves para aprender patrones de conducta son los modelos. Para la profesional no hay nada más pedagógico que un modelo a seguir.

“Cuántas peleas hay en los hogares porque ninguno de los niños pone la mesa, o recoge su ropa sucia.

¿Qué pasó aquí?. Seguramente a esos niños se les ordenó muchas veces que colaboraran en su casa, pero seguramente nunca observaron a su padre o a alguien mayor realizar esa actividad… Por lo tanto, les parece extraño”.

nunca nadie nos agradezca nuestros esfuerzos.

Por supuesto que, cuando veamos a nuestro hijo crecer como un joven adulto responsable y estable, tendremos nuestra recompensa. 

Pero para ser buenos padres es necesario tener ciertas conductas que no son fáciles de seguir. Por ello, tenemos aquí algunos consejos que te pueden ayudar a conseguir que tu hijo tenga un gran padre. 

Disciplina.  Si bien es cierto que el buen padre ama a sus hijos por sobre todas las cosas, no es menos cierto que no por ello le permitirá hacer cualquier cosa.

El buen padre es también un buen disciplinador, que utiliza el amor para marcar conductas erróneas y castiga cuando debe. Sin embargo, lo hace usando la palabra y manteniendo la conducta correcta, dando el ejemplo, sin nunca usar la violencia física, de ninguna forma.

Además, no dará falsas recompensas por acciones que en realidad son parte de las obligaciones del niño. De esta forma enseñará lo que es la responsabilidad y que no se puede esperar una recompensa cada vez que uno hace algo que le corresponde hacer o que hace por ser una buena acción.

En este mismo ámbito, la responsabilidad de estudiar y prepararse para el futuro debe ser inculcada por el buen padre. 

Permite los errores.  El buen padre sabe que nadie es perfecto y que a los hijos se le debe permitir cometer errores, que estos mismos errores les ayudarán a crecer como personas y a desarrollarse con una mente y una vida propias.

Todos los errores que se pueden cometer, desde emborracharse a malgastar el dinero o tener problemas en el trabajo, son situaciones por las que debemos pasar, de las que aprendemos y que nos permiten desarrollarnos hasta el punto de ser parte de la sociedad.

El buen padre reconoce esto y, si bien no permitirá conductas erróneas repetidas a conciencia, aceptará que su hijo debe pasar por estas situaciones para poder llegar a convertirse en un adulto. 

Aceptación. Un buen padre mantiene la mente abierta para aceptar que su hijo no es igual a él, y que los tiempos cambian y junto con ellos cambian las modas, la ropa, la música, los sueños y aspiraciones.

Acepta esto y no trata de que su hijo sea igual a él o se atenga a un standard de aceptabilidad nacido en su propia juventud y lo que era aceptado en ese momento.

En otras palabras, permite que sus hijos vivan en el aquí y ahora, no en un pasado idealizado. 

Apreciación.  Nunca un buen padre permitirá que sus hijos piense que tienen asegurado todo, siempre tratara de inculcar el valor de los objetos y de cuánto debemos apreciar lo que tenemos y lo difícil que es de conseguir. Les enseñará también el valor del dinero y cuánto hay que trabajar para ganarlo, para que aprendan a no desperdiciarlo y  a no pensar que su padre es una máquina de hacer dinero. 

Diferencia.  Obviamente, un buen padre entiende que su hijo no es igual a él y que puede tomar decisiones distintas a las que él tomaría. Y entiende que estas decisiones no tienen que ser necesariamente erradas por ser diferentes.

Además, respeta las opiniones y valores de sus hijos, teniéndolos en cuenta siempre que es posible. 

El dato

1.  Mensaje

En este día especial en el que celebramos a las madres, si ya tienes el honor de haberte convertida en una, multiplica tu amor por tu mamá o tu abuelita y da gracias  a Dios por ofrecerte la dicha de ver este nuevo día cargado de positivos augurios para ti y los tuyos.

El mayor placer de ser padre es pasar tiempo con los hijos, no solo para las actividades serias e importantes, sino también para divertirse juntos.

 ¡Que la pases muy bien!.

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