Consejos para padres con hijos adolescentes

Consejos para padres con hijos adolescentes

POR ANNA JIMENEZ
Sin dudas manejar hijos adolescentes no es tarea fácil,  pero cuando se sospecha que éstos puedan estar en drogas la tarea es peor. A continuación una guía de preguntas y respuestas, para que tengan herramientas suficientes para enfrentar a sus hijos, cuando les toque hablar sobre el tema.

– ¿Qué tipo de mensajes utilizar cuando hablemos sobre drogas?

Debe resaltar las ventajas de no consumir drogas antes que enfatizar lo negativo de su consumo.

Es más efectivo utilizar mensajes sencillos y simples, que incluyan ejemplos cercanos al estilo de vida familiar, que no mostrar situaciones extremas y poco comunes para enfatizar los riesgos del consumo.

Se debe cuidar el lenguaje utilizado, huyendo de términos excesivamente técnicos así como de palabras de argot, que, en un principio parece que nos acercan a los destinatarios, pero que pueden crear una confusión sobre nuestro papel con relación a ellos. Es importante que el padre y la madre sean conscientes de su papel educativo con relación a los hijos. Aunque la cercanía es positiva el papel de padre o madre

nos sitúa en una posición diferente a un amigo o compañero y esto debe también ser trasmitido a través del lenguaje utilizado.

– ¿Es suficiente con transmitir y manejar adecuadamente la información?

La información por sí sola, aunque es un instrumento al servicio de la prevención, no basta, ni siquiera constituye la base fundamental de la actuación de padres y madres. Para que determinada información influya en un comportamiento, ésta debe englobarse en un proceso activo de aprendizaje.

Por lo tanto, solo con hablar a los hijos sobre las drogas o los problemas relacionados con sus usos no se realiza todo lo posible en el ámbito familiar para prevenir los consumos. Es necesario que las actuaciones de padres y madres tengan un carácter educativo.

– ¿Qué relación tiene el consumo de drogas con el tiempo libre de nuestros hijos?

Los momentos de ocio y de tiempo libre son de especial importancia como factores relacionados con los consumos drogas. La ocupación del ocio y el tiempo libre puede ser un factor de riesgo o un factor de protección hacia los consumos de drogas, según la utilización que hagamos de los mismos.

Como factor de riesgo, porque es en estas situaciones en las que se producen, con más frecuencia, las primeras ofertas y contactos con las sustancias, tanto con las drogas legales como con las ilegales. Además, la oferta de recursos de ocio que existe en las sociedades desarrolladas pasa principalmente por centros en los que la diversión viene condicionada al consumo de drogas: bares, pubs, discotecas. Este tipo de recursos dificulta la ocupación adecuada del tiempo de ocio.

Pero, sin embargo, no es tan cierto que la oferta recreativa existente actualmente sea limitada, ni para los jóvenes ni para los adultos. La cantidad de recursos culturales (lecturas, cines, teatros, TV., radio, conciertos), deportivos (deportes de competición, deportes de aire libre, artes marciales…), para viajar y de talleres de formación sobre diferentes aspectos (música, baile, pintura, bricolaje, escritura, fotografía…) es en nuestros días muy superior a la existente en otros tiempos.

– ¿Podemos ejercer algún tipo de influencia en la ocupación del tiempo libre de nuestros hijos?

Los padres, como agentes educativos, deben dedicar sus esfuerzos a la búsqueda de recursos alternativos al consumo y a la motivación a los hijos para su utilización. Fomentar centros de interés que canalicen las necesidades de búsqueda de sensaciones y experiencias en los jóvenes y les dificulten su interés por el tema de las drogas, es una contribución interesante y una importante aportación en la actuación preventiva.

La coherencia que muestren los padres entre los mensajes que dirijan a los hijos sobre la ocupación del ocio (también en otros temas), y la conducta que manifiesten, debe ser siempre completa.

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