Consejos para un feliz viaje

Consejos para un feliz viaje

Por fin ya llegó el tan esperado descanso de semana santa. Y para muchos significa playa, ocio, diversión y, sobre todo, despreocupación. Eso es lo que se busca en nuestras vacaciones, olvidarnos del trabajo, y de los problemas. Ahora si, Para los que se aprestan a recorrer un largo viaje en auto para llegar al tan anhelado sitio de descanso, les proporcionamos algunos consejos:.

Preparamos el viaje

Ante de coger carretera debemos prepararnos nosotros mismos y preparar el vehículo para que todo salga bien.

Antes de emprender el viaje hay que asegurarse que llevamos los papeles del vehículo, el seguro al día, celular y los números de teléfonos de emergencia. También hay que planificar correctamente el equipaje a llevar. No sobrecargue el auto sin necesidad. Es importante valorar cuál es la mejor hora para salir, en función del clima, el tráfico y si llevamos niños. De estos detalles y de nuestra atención dependerá la seguridad y comodidad del propio viaje. Recuerde que para conducir durante varias horas debemos de estar descansados. Es decir, haber dormido lo suficiente la noche anterior. Debemos comer comedidamente antes del viaje, no beber bebidas alcohólicas ni tomar medicamentos que puedan provocarnos sueño o afectar a nuestra atención. Además, hay que crear un buen ambiente dentro del habitáculo del vehículo: ni mucho frío ni mucho calor. También conviene llevar algún entretenimiento para los niños, si vienen con nosotros, para que no nos distraigan y pasen el viaje lo mejor posible.

Interior bien ordenado

Es muy importante para esta gran salida preparar el interior del vehículo. Todos los bultos y bolsas deben estar bien sujetados, ya sea con cuerdas o con cintas elásticas, pero en ningún caso sueltos. No olvide que si lleva una bolsa con un objeto suelto, por ejemplo en la bandeja trasera y sin sujetar, si sufre un choque frontal el objeto saldrá despedido y puede hacer mucho daño. Y en el maletero igual. Sujete todas las cosas.

Auto en regla

Mecánicamente, los vehículos requieren una serie de revisiones antes de afrontar un viaje y podemos hacerlo nosotros mismos, si queremos. Por un lado hay que asegurarse de que los líquidos del motor (aceite, agua, frenos, limpiaparabrisas… ) están en su nivel correcto y en el caso del aceite que éste se haya sustituido cuando haya sido necesario. Normalmente el aceite del motor se renueva cada 5.000 km. pero lo mejor es comprobar lo que aconseja el fabricante del vehículo. El agua del radiador, que en realidad es un líquido refrigerante, y el líquido de frenos deben mantener su correcto nivel. También conviene revisar que el depósito del limpiaparabrisas esté lleno.

Por otro lado, hay que comprobar el estado de los neumáticos, que no estén demasiado gastados. Es decir que el dibujo sea uniforme por toda la banda de rodadura y que la presión que llevan sea la correcta. La presión deberá variarse aumentando entre dos y cinco libras si el vehículo va muy cargado.

Las luces es otro apartado del que no hay que olvidarse, ya que es muy importante ver y ser vistos. Todos los faros deben iluminar perfectamente y estar bien reglados para que no deslumbren. También es importante que estén limpios. Y no se olvide de comprobar el estado de las luces traseras, ya que aunque no afectan a nuestra visibilidad si permiten que nos vean los otros usuarios de la carretera. Deberíamos llevar en el auto un juego de luces de repuesto por si alguna se funde.

No obstante, una visita al taller antes de iniciar el viaje no estará de más y nos dará seguridad. En esta revisión, además de comprobarnos todas estas cosas que hemos enumerado anteriormente, echarán un vistazo general al motor y todas sus piezas. En esta revisión se deben comprobar también otras cosas, como los amortiguadores, la dirección o los frenos, temas todos ellos muy importantes para nuestra propia seguridad y la del resto de usuarios de la carretera. Y también es importante comprobar un tema como el del aire acondicionado, no tanto por seguridad sino por nuestro confort.

Ya en viaje

En viaje se debe utilizar ropa cómoda y holgada. Un exceso de calor o de frío perjudicará la atención al volante. Tanto el conductor como el resto de los ocupantes del vehículo deben llevar puesto el cinturón de seguridad en todo momento. Los niños deberían ir sentados en una sillita apropiada para ellos y sujetos en el asiento trasero. Un bebé nunca debe ir en brazos, en caso de frenazo brusco o golpe en seco a más de 50 km/h, el pequeño saldría despedido.

Durante el viaje hay que comer poco y ligero. Las comidas copiosas dan sueño. Los alimentos deben ser ricos en proteínas y vitaminas, evitando las comidas grasas, con exceso de calorías.

El alcohol disminuye los reflejos y crea una sensación de falsa seguridad. Lo mejor es no beber ni una gota antes y durante el trayecto. Si el viaje es largo hay que hacer paradas de vez en cuando. Lo mejor es no conducir más de dos horas seguidas. Además, es desaconsejable marcarse una hora de llegada, porque no podemos saber de antemano las condiciones del tráfico y lo que nos podemos encontrar por el camino.

Cumplir las normas

Como en la vida misma, al volante hay que respetar a los demás y prever las maniobras de los otros automóviles. Mantenga la distancia de seguridad, y al adelantar hay que hacerlo rápidamente y con seguridad, hay que cuidar que no venga ningún auto y que pueda volver rápidamente a la derecha. Debemos estar atentos a las indicaciones y señales de la carretera y no sobrepasar los límites de velocidad establecidos.

Si nos entra sueño, lo mejor es parar a tomar algo y refrescarse. Hay que mantener el auto fresco y un poco de música puede ayudar a entretenernos. Al menor síntoma de cansancio hay que parar. Lo más seguro es no comer ni beber en el auto, desviar la vista de la carretera aunque sólo sea un segundo, es muy peligroso. Hay que abstenerse de realizar cualquier operación que pueda distraernos.

Si hemos revisado nuestro auto, las rotura será poco probable. Pese a ello, siempre se puede producir un fallo mecánico que nos obligue a detener nuestro vehículo.

Es entonces cuando deberemos saber exactamente cómo actuar para tener la máxima seguridad. En cualquier circunstancia lo que hay que hacer es apartar el auto de la vía. Cuanto más alejado quede del asfalto mejor. Recuerde que el triángulo de señalización de avería es obligatorio y se debe situar al menos a 100 metros de distancia del vehículo parado.

Además del triángulo, debemos poner los intermitentes de emergencia y, si es de noche, las luces.

Una vez realizado todo esto, hay que llamar a un servicio técnico o de asistencia. Conviene llevar en el auto unos cuantos teléfonos de emergencia, de la compañía aseguradora y de empresas de ayuda al automovilista. Hay que tratar de quitar el vehículo averiado lo antes posible de la vía. Si el sitio en el que ha tenido que dejar el auto nos parece muy peligroso, conviene avisar a la policía y esperar ayudas sin alejarnos del vehículo y con mucha precaución.

Recuerda, las vacaciones son bonitas si todo sale bien. “Feliz Semana Santa”.

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