¿Conservadores o avanzados?

¿Conservadores o avanzados?

Años atrás la forma de concebir el Estado, la sociedad, la economía, entre otros aspectos, determinaban las diferentes corrientes de pensamiento: Marxismo, socialismo, socialdemocracia, socialcristianismo, etc., y permitía definir las personas y organizaciones de derecha, centro o izquierda; sin embargo hoy, en una sociedad que ha sido incapaz de brindarle solución a los problemas básicos de la mayoría de la población,  temas  como los relacionados con documentación de extranjeros, aborto, 4% para la educación,  matrimonios por diferentes iglesias, uso de los géneros, etc. etc.,  son las que de alguna forma pretenden  servir de catalizadores para que la gente identifique entre conservadores y avanzados.

Talvez por eso, algunos han definido nuestra sociedad como  ambigua, confusa, que obedece a patrones poco descifrables o  como dijo un político hace tiempo: “Con una mentalidad  de arroz con mango”.

La realidad es que contamos con muchos conservadores en casi todas las manifestaciones defendiendo  posiciones que se supone son contrarias a su esencia, mientras hay izquierdistas  y liberales con ribetes de avanzados,  manifestando desacuerdos con aspectos que deberían formar parte a su concepción ideológica.

Defender el derecho de los seres humanos, sean  haitianos o de cualquier nacionalidad es más bien de orden humanitario, no una cualidad de conservadores o avanzados. Muchos que hoy defienden el derecho patrio han vivido de espaldas a los abusos contra los más débiles y engañados. Otros que ayer protestaban contra los monopolios y las empresas transnacionales hoy son sus aliados, desde que les permitieron escalar  posiciones sociales o se acercaron a grupos elitistas.

Creer en el establecimiento de reglamentaciones estrictas en cuanto a la ciudadanía y la inmigración; estar o no de acuerdo con la formalización de matrimonios por  otras iglesias, proclamar por el 4% para la educación, no hace a nadie  izquierdista, conservador  o derechista. Esas son concepciones o ideas que bien pueden ser discutidas dentro de cualquier organización política como de otros fines, sin que les imprima sellos de una u otra tendencia, pues son de orden moral más que ideológicas, aunque hay tendencia a  estigmatizar a quienes fijan una posición al respecto. Como progresistas, liberales o conservadores  deberían definirse a  los partidos, los políticos,  los gobiernos,  la sociedad civil,  los comunicadores, etc. en función de las ideas que sustentan y los sectores e intereses  que defiendan, pues ser avanzado no lo determina una  posición coyuntural o un solo aspecto, sino el conjunto de  acciones permanentes en procura del establecimiento de  sistemas verdaderamente justos que le permitan a los pueblos abandonar su situación de pobreza, mientras unos pocos aumentan sus riquezas.

Hay mucha confusión con respecto de los  postulados y todo lo relativo a la estructura social y económica en la que se sustentan las diferentes organizaciones. A veces mencionan  algunos efectos, pero pocos cuestionan las causas reales;  por el contrario, sus acciones y metas van hacia al afianzamiento de los grupos hegemónicos tradicionales aunque con lenguaje modernista. En tal virtud, más que socialistas, socialdemócratas o socialcristianos, hoy imperan los pensamientos Socialconfusos.

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