Conservatorio de Música se deteriora

Conservatorio de Música se deteriora

Por MARIEN ARISTY C.
Con catorce años de construcción, el edificio que aloja al Conservatorio Nacional de Música se encuentra tan deteriorado que ya no se pueden utilizar ni el auditorio ni ocho de sus aulas.

Los espacios tuvieron que ser clausurados a causa de las filtraciones, que ya han desprendido parte del techo y amenazan con dañar las varillas y el sistema eléctrico del lugar.

Pero es la constante humedad, que enrarece el ambiente y hasta hace incómodo el respirar en algunos rincones, la que más molesta a quienes tienen que pasarse el día en medio de los pasillos de este centro musical.

Por culpa de ella, y el calor que se une a la fiesta ya que muchos de los aires acondicionados están dañados, hay bastantes espacios de este conservatorio en los que los acordes se han perdido para ir a parar a la partitura del olvido.

Los que continúan tocando, a pesar del mal estado en el que está la sala en la que ensayan, son los músicos de la Sinfónica Nacional, quienes no paran de trabajar.

LO VAN A ARREGLAR

Aunque antes tuvo que recibir treinta reportes acerca de la situación, la Secretaría de Cultura ha decidido arreglar y remodelar el edificio. La prueba es que  ayer había  un grupo de ingenieros y arquitectos que estaba evaluando la edificación para hacer el presupuesto. Una vez que este se apruebe,  comenzarán las obras.

Esperanzada y contenta con la decisión, la directora del centro, María Irene Blanco, indicó que espera que los trabajos se realicen rápidamente puesto que el edificio está en muy malas condiciones.

La razón por la que esto ha sucedido es porque el Conservatorio debió ser sometido a labores de mantenimiento cuando cumplió los diez años de su inauguración, es decir, en el 2003.

Así lo había aconsejado el arquitecto que diseñó la edificación, Pedro Haché, quien por aquel entonces advirtió que si no impermeabilizaban el techo comenzarían las filtraciones.

Los primeros síntomas de que Haché tenía  la razón comenzaron a verse hace tres años, cuando el agua decidió filtrarse por los techos para destruir los plafones y los paneles acústicos. Además, como si no fuera suficiente, ha ajado instrumentos y armarios.

Un año después, cuando el edificio cumplió el undécimo aniversario,  cerraron el auditorio porque una parte del techo se desprendió. Esto, dijo Blanco, es muy lamentable porque se trata de uno de los mejores auditorios del país ya que tiene una excelente acústica.

Respecto a la situación de los aires acondicionados, Blanco explicó que algunos  tienen hasta un año fuera de servicio. Un tiempo parecido tiene el cierre de las aulas.

En cuanto a las aulas, Blanco sostuvo que ahora tienen que compartir las aulas y dar clases de intrumentos distintos en ella. Esto, señala, le trae muchísimas incomodidades.

Dejando de lado las aulas, es necesario hablar de las escaleras ya que sus muros están comenzando a agrietarse en estos momentos, lo que podría significar algún peligro en el futuro.

Esperando que ese incierto futuro no llegue porque Cultura disponga que inicien los trabajos rápidamente para que no se acelere el deterioro, tan sólo queda confiar en que dentro de poco la música podrá volver a vestirse de gala en este Conservatorio Nacional.

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