Hugo Tolentino Dipp consideró como correcta la posición del gobierno dominicano frente a la crisis haitiana, principalmente por reiterarle a la comunidad internacional la necesidad de una mayor participación en la solución de los conflictos que enfrenta el vecino país.

Durante su participación en el almuerzo del Grupo de Comunicación Corripio, donde se analizaron los problemas políticos que enfrenta Haití, el ex canciller destacó que se debe reconocer la firmeza que han tenido las autoridades dominicanas.

Pero también consideró como absurda la idea de establecer campos de refugiados en la frontera dominico-haitiana, solicitado por la Pastoral Haitiana a principios de febrero del 2004, cuando comenzó la revuelta en Haití.

«Esa solicitud es absurda, porque la crisis haitiana no iba a provocar ninguna migración masiva, pero era la previsión de que si viniesen para este país, porque en La Florida no los quieren».

Cuando a principios de febrero del 2004, rebeldes encabezados por Guy Philipe y Louis Jodel Chamblain, iniciaron la insurrección en contra del ex presidente Jean Bertrand Aristide, se especuló sobre la necesidad de abrir campamentos de refugiados para acoger a los miles de haitianos que huirían de su país, a causa de los enfrentamientos.

Aunque la situación se volvió caótica en la medida en que los rebeldes asumían el control de importantes ciudades (antes de llegar a Puerto Príncipe, que era el objetivo), no hubo tal estampida de haitianos hacia la República Dominicana.

Tolentino Dipp también se refirió a las relaciones que mantuvo el gobierno dominicano con Aristide y las catalogó de buenas.

«Consideramos que por encima de Aristide, la República Dominicana tenía que resolver el problema que estaba más allá del propio ex mandatario, por lo que se mantuvo una relación buena con él».