SANTIAGO.- El arzobispo  de Santiago, Ramón Benito de la Rosa y Carpio,  afirmó ayer que la República Dominicana necesita ser restaurada de la corrupción, el desorden por la violación a las leyes y los daños al medio ambiente.

Al pronunciar la homilía del tedeum en la Casa de Emaus,  monseñor De la Rosa dijo que cuando alguien asume una institución encuentra cosas dañadas que necesitan recuperarse.

Sostuvo que de nada vale que en el Congreso Nacional se creen grandes leyes si no se  cumplen  y criticó que muchas veces son los funcionarios los que, valiéndose del poder que tienen, las violan constantemente.

El religioso pidió que esas correcciones se realicen a través de grandes planes nacionales y regionales, pero  sin olvidar las pequeñas faltas en las escuelas y en los hogares, ya que éstas   luego se convierten en grandes problemas. “Si no se hacen las correcciones pequeñas, como los fraudes en las escuelas, se auspicia la corrupción en el futuro”.

De la Rosa y Carpio dijo que el Día de la Restauración es una celebración para dar gracias y reflexionar y saber cómo todos los países necesitan repararse sin importar dónde uno se encuentre.

Itinerario.  Los actos con motivo de la conmemoración del 146  aniversario de la Restauración de la República se iniciaron con el enhestamiento  de la  bandera nacional y la interpretación del Himno Nacional en la Fortaleza San Luis. Fueron encabezados por el presidente de la Comisión Permanente de Efemérides Patrias, Juan Daniel Balcácer,  quien  exhortó a los dominicanos a  mantener en alto el espíritu de lucha y tener fe en la potencialidad y capacidad del pueblo.  Posteriormente, diversas instituciones  depositaron ofrendas  en la estatua del general Gregorio Luperón,  en el Monumento a los Héroes de la Restauración.

El tedeum fue oficiado en la Casa de Emaus debido a la reconstrucción  de la Catedral Santiago Apóstol.

A las actividades asistieron el gobernador, José Izquierdo; el secretario de la Presidencia, César Pina Toribio;  la directora regional de Educación, Isabel Ureña, y otras  autoridades civiles y militares.