El politólogo Belarminio Ramírez Morillo consideró que el juicio político a que el Senado sometió a los miembros de la Cámara de Cuentas sienta un precedente saludable para el sistema democrático en la República Dominicana.
El profesor universitario dijo que una institución colegiada como la Cámara de Cuentas solo puede cumplir con su cometido cuando sus integrantes entienden que tienen un sagrado compromiso con los intereses de la nación.
Expresó que ese compromiso con los intereses de la Nación es el factor de cohesión que hace que los individuos depongan actitudes particulares y entiendan que la responsabilidad sobre sus hombros les obliga a entenderse y a trabajar en equipo.
Aclaró que no basta con ser honorable y con tener una preparación académica para desempeñar de manera efectiva una posición como esa.
A esos cargos deben ir personas que además de tener capacidad y experiencia, sean capaces de renunciar al personalismo y al protagonismo particular en procura de cumplir con la misión institucional, sostuvo Ramírez.
El abogado y politólogo señaló que entre los miembros de la Cámara de Cuentas en ningún momento existió unidad de criterios, pero tampoco un propósito común.
El catedrático expuso que esa institución tiene como finalidad auditar a las instituciones del Estado y ser guardián del patrimonio público, pero por toda la chismografía y los bochinches que salieron a relucir en el juicio, parece indicar que algunas personas fueron a esos cargos única y exclusivamente atraídos por los privilegios que podían obtener de tan honorable posición.