Consideraciones sobre algunos modelos económicos en varios países latinoamericanos

Consideraciones sobre algunos modelos económicos en varios países latinoamericanos

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Chile: la necesidad de una nueva Constitución. No puede negarse que después de los sucesos de octubre la protección constitucional del modelo económico chileno está muy debilitada. El 18 de octubre de 2019 se desencadenó en Chile uno de los estallidos sociales más fuertes y violentos de su historia republicana. La demanda de este movimiento fue clara: mejoramiento de las condiciones económicas de vida, pero fuertemente no determinada en su concreción pero sí en su expresión popular. Aún persiste en Chile la Constitución impuesta por el general Pinochet. Durante ese gobierno se impusieron programas de ajustes estructurales, a fin de responder a las exigencias del Consensus de Washington. No obstante, los resultados macroeconómicos que colocaban a Chile en lo que algunos economistas de ese país han definido como un país desarrollado aunque no lo sea. Sin embargo, esos logros no han conseguido reducir la brecha de desigualdad y exclusión social existentes. Los más desposeídos, no logran satisfacer necesidades cotidianas básicas. De acuerdo a la existencia de un coeficiente de Gini en 46,60, Chile se encuentra, desde hace varias décadas, al igual que otros países de la región, en el club de los países más desiguales del planeta. Según el último informe de CEPAL, el 10% más rico de la población chilena concentra dos terceras partes de la riqueza neta nacional y el 1% más rico el 26,5%. El salario mínimo interprofesional se ha mantenido en un monto cercano a los 340 euros (7.100 pesos), inferior a la misma línea de pobreza para un hogar de tamaño promedio, mientras que más de la mitad de los jubilados recibe pensiones inferiores al 70% de ese sueldo mínimo (PNUD, 2017).
A la profunda segregación urbana que afecta al país debe añadírsele la sostenida egregación en los más importantes servicios públicos, como salud o educación. Un sostenido 16% de la población accede a un sistema privado de salud, al que contribuyen las personas con mayores ingresos y menor predisposición a la enfermedad (CASEN, 2015). El resto es recibido en el sistema público. En materia educacional –talvez uno de los sectores de mayor avance en la última década– mientras el logro educativo promedio coloca a Chile en una posición destacada, aquel lugar de privilegio cae cuando se hacen estudios que comparan la brecha entre el 20% superior e inferior de ingresos, mostrando una marca habitual en la realidad chilena: buen promedio, pero pésima distribución interna.

El estallido social ha sido la manera de responder del pueblo chileno. De la mano del más intenso paquete de reformas neoliberales implementadas en ese país, la profunda inequidad que ellas han ido generando con el tiempo, se volvió simplemente intolerable. La preferencia radical por libertades, el fomento constante a un “buen clima de negocios y de inversión” y la predilección por políticas públicas que prefieren la autorresponsabilidad –principios característicos de una ordenación neoliberal (Harvey) se insertaron y decantaron en un país que ya había sido constituido en un marco de desigualdad.

El movimiento social, por su parte, y de forma bastante similar a otros estallidos no se encuentra articulado, niega con bastante intensidad la mediación política y no reacciona como se espera a las medidas que se anuncian.
Colombia: Luciana Cadahia considera que Colombia es el nudo ciego latinoamericano. La espiral de violencia pareciera convertirse en un signo de distinción, que la aísla de América Latina y la cierra sobre sí en un círculo vicioso que la devora desde dentro.

Al analizar la situación política, económica y social del país, no se lo puede de la violencia. Esta viene acompañada del círculo vicioso de la corrupción, del narcotráfico y la existencia de las guerrillas, así como el paramilitarismo y la discriminación. Simbólicos desde los cuales constituyen sus problemas.

Para tratar de entender un poco más la realidad colombiana, se hace necesario definir cuáles son los factores que identifican la génesis de la violencia. La única forma de poder explicar este fenómeno, es por las características del modelo de desarrollo económico y social impuesto por las elites. Dicho modelo refleja un problema mucho más profundo como es la perpetuación de las desigualdades sociales como lo indica el coeficiente GINI de un 51.1 el mismo refleja la perpetuación de un modelo económico y social que ha postergado un serio debate sobre la igualdad de oportunidades y el acceso a los derechos básicos de las mayorías.

Conclusiones. Paul Romer, Nobel de Economía, presentó un plan de combate a la crisis del coronavirus que no se vincula con programas de estímulos financieros. En vez de planes trilionarios de socorro, el profesor de la Universidad de Nueva York defiende una inversión en la adquisición de los kits para diagnosticar y determinar quienes poseen el coronavirus y equipos de protección. En un artículo en el New York Times, Romer y el rector de la Universidad de Harvard, Alan Garber, defienden que es preciso encontrar una alternativa a la cuarentena total, porque dicha cuarentena nos llevará a la muerte económica. El artículo “Morirá nuestra economía a causa del coronavirus” artículo que fue citado por los criticos a la cuarentena como argumento para defender la apertura de la economía.

También considera que es necesario desligarse por algunas semanas ya que ayudará a salvar muchas vidas. No obstante, según nuestra opinión es necesario identificar mejores opciones dentro de un espacio de tiempo de un mes, puesto que la economía no podrá estar cerrada por un año y medio. Los autores consideran que la solución es expandir masivamente la capacidad de diagnosticar el covid-19, para que sea posible examinar una parte importante de la población cada una o dos semanas. Asi sería la única manera de permitir el retorno seguro de la apertura de la economía, sin una explosión de casos.

La idea se apoya en que la única manera segura de permitir que las personas vuelvan a su trabajo es aplicar un proceso de diagnóstico a grandes escalas y distribuir equipos de protección en grandes cantidades a la población. De hacerse esto, no enfrentaremos a tener que escoger entre la terrible opción que tenemos ahora que es o matar personas o matar la economía. Los esfuerzos desplegados han sido mayormente dirigidos a calmar los mercados financieros. En ese sentido, la Reserva Federal redujo las tasas en un inusual 0,5 puntos de porcentaje. No obstante, esa baja de la tasa de interés facilita que a menores tasas de interés mejorarán el costo de tomar prestado, pero ningún monto de crédito barato podrá parar que las personas se enfermen.

Guillermo A. Rivera R. es un prestigioso economista dominicano establecido en Washington, Estados Unidos. Tiene estudios de postgrado en Francia y en Brasil, y ha trabajado por más de 30 años para el FMI, el Banco Mundial, el BID y la CEPAL.

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