Hace tiempo que existía un proyecto muy ambicioso en el Ayuntamiento del Distrito Nacional para extender la Ortega y Gasset. Originalmente se trataba de extender la avenida. Ahora ha surgido un túnel que debe atravesar El Vergel y La Esperilla, ambos sectores con enormes farallones de rocas que deben ser muy difíciles de perforar y con un alto costo en labores y maquinarias.

EI túnel (cuyo plano o mapa aún desconocemos porque no se ha hecho público) desembocará en la avenida Santo Tomás de Aquino, una vía que tiene la entrada principal de la UASD y que sirve de desahogo para esa institución, donde diariamente se paran decenas de autobuses del transporte público y hay una gran cantidad de peatones. Tiene en su centro una gran rotonda con el escudo de la UASD.

La Santo Tomás de Aquino no tiene ni un kilómetro de longitud y desemboca en la calle Jonas Salk, vía estrecha que a su vez sale a la avenida Independencia. Todo indica que convertir la Santo Tomás de Aquino en un corredor no es lo más sensato ni lo más práctico.

Independientemente del alto costo de este proyecto, el mismo será de grandes problemas para la UASD, porque la Santo Tomás de Aquino es parte integral de la misma y convertirla en un expreso es atentar contra la seguridad de los miles de usuarios de la Universidad. Por otro lado, las propiedades, que tendrán el túnel debajo, de alguna forma se verán afectadas y también las famosas Cuevas de Santa Ana que están situadas en la zona de La Esperilla, las cuales son  patrimonio ecológico de la ciudad.

Si bien la ciudad de Santo Domingo no acaba de recuperarse de las obras del Metro, los cuales causaron bastantes molestias y aún no han sido concluidas en la superficie de la Correa y Cidrón, ahora debemos enfrentar un proyecto que no parece será de mucha utilidad ni resolverá los problemas de los entaponamientos que son producidos entre otros factores por semáforos mal sincronizados, agentes de Amet sin ningún sentido con vehículos chatarras que deambulan por las calles, y choferes inescrupulosos que no acatan las leyes de tránsito.

La prueba está con el Metro. ¿Ha mejorado el  tránsito en la Máximo Gómez después de ejecutar este proyecto? La respuesta es NO, porque la cantidad de vehículos públicos en esta vía y el desorden se mantiene igual.

Antes que ejecutar un túnel en la Ortega y Gasset merece la pena considerar mejor un túnel debajo de la UASD, en la avenida Tiradentes, que sería más corto, menos costoso y de menos riesgo para las propiedades aledañas a la Ortega y Gasset y desembocaría en la avenida George Washington. Otra alternativa es expandir las calles Elvira de Mendoza, Desiderio Valverde hasta la César Nicolás Penson o Pedro Henríquez Ureña; la calle Los Robles hasta la Zona Universitaria y cualquier otra calle de El Vergel que pudiese empalmar con la Henríquez Ureña y Nicolás Penson. Esto ayudaría a descongestionar la Máximo Gómez sin altos costos y sin trauma, mejorando a la vez el tránsito Norte-Sur.