SAN FRANCISCO DE MACORÍS. El Consejo Regional de Desarrollo (CRD) consideró que a partir del nuevo período gubernamental, a los legisladores les corresponderá ser columna vertebral de la transición general y los cambios estructurales que urge al país, “convirtiendo en cosa del pasado las repercusiones negativas que ha generado la práctica del partidismo sectario y sin vocación de bien”.

La entidad, que agrupa las provincias del Nordeste y el Cibao Central., señaló que para lograr plenamente ese cometido, los miembros de las cámaras legislativas deben dejar establecido que tienen luz propia y real conciencia de los sagrados compromisos que asumieron frente a sus electores, y no permitir bajo ningún motivo que  grupos de intereses les tracen pautas  y les usen para  propósitos personales e irracionales.

La entidad, a través de sus principales ejecutivos,  Ysócrates Andrés Peña Reyes, Abraham Abukarma y  Jaime Antonio Marizán, expresó que dadas las exigencias que engendran los cambios que se producen en todos  los órdenes en la sociedad dominicana, quienes componen el Poder Legislativo, a través de un nuevo liderazgo, están en la obligación de  enrumbarse  hacia el  cambio de mentalidad y la correcta visión social  para cumplir a plenitud su rol en el desarrollo y la promoción humana.

Considera que dentro de estas metas se impone a los miembros de la Cámara de Diputados y el Senado propiciar reformas profundas que conduzcan a motorizar iniciativas y mecanismos que permitan desmontar para siempre el andamiaje de la centralización,  “por ser éste el principal factor generador del atraso social y los grandes males que nos afectan”.

“Necesitamos que los legisladores tomen el referido camino, a fin de evitar que el manejo administrativo y las erogaciones presupuestarias, así como la toma de decisiones en los estamentos del Estado,  sigan realizándose sin tomar en cuenta a la población y sus instituciones y, además, para erradicar que las mismas dependan de la voluntad personal de un reducido grupo  de funcionarios de alta jerarquía con oficinas en la capital del país”, expresó el organismo regional.

Indica que corresponde a los senadores y diputados definir mejor las regiones naturales del país y conformar departamentos donde converjan las acciones públicas, para hacer posible que la discusión, formulación y ejecución de los presupuestos nacionales y municipales, así como las iniciativas de desarrollo, sean  encauzadas en función de la solución de los problemas más sentidos y reales de la nación.

Según el CRD,   también se hace impostergable “que nuestras cámaras legislativas asuman iniciativas que conduzcan  al fortalecimiento y racionalización de nuestras unidades municipales y provinciales, conjugando acciones que permitan a sus funcionarios lograr, por encima de los compromisos que hayan  asumido con sus partidos,  ser ciudadanos leales con las comunidades que los han visto nacer, crecer y desarrollarse”.

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El despertar
El organismo de desarrollo que aglutina a las provincias del Nordeste y el Cibao Central abogó, asimismo,  por un glorioso y reivindicativo despertar de los legisladores, a fin de que las regiones y todos los sectores del país  tengan una presencia real en la toma de decisiones, tanto locales como nacionales, “para así guiarnos por senderos que aseguren  el progreso y la paz social”.

Sostuvo que los miembros de las cámaras legislativas deben dejar establecido que tienen luz propia y real conciencia de sus sagrados compromisos.