Consideran lucha interna podría
debilitar el partido de gobierno

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POR ROSA ALCANTARA
Las posiciones radicales que han asumido los seguidores del presidente Leonel Fernández y los del ex secretario de la Presidencia, Danilo Medina, para que sus líderes obtengan la candidatura presidencial del Partido de la Liberación (PLD), podría dar como resultado el debilitamiento de la organización política y del ganador, por las “heridas” que desde ya se abren.

Los politólogos Rosario Espinal, César Pérez y Ramón Tejada Holguín, al analizar la situación interna que vive el PLD y las consecuencias que podría generar el enfrentamiento entre ambos líderes peledeístas en su lucha por el control del partido morado y el poder político, coinciden en advertir que las fuertes críticas por parte de los danilistas y del propio Danilo a las ejecutorias de su gobierno y los cambios a puestos de menor relevancia en el tren gubernamental de seguidores de Medina por parte de los reeleccionistas, afecta en cierta medida a ese partido.

Para Tejada Holguín todo parece indicar que el PLD no está manejando la competencia entre Leonel y Danilo de manera correcta, por lo que parece evidente que entre ambos bandos se han cometido errores que podrían provocar fisuras y evitar que el que gane las elecciones internas del 6 de mayo próximo no tenga el apoyo total de los perdedores.

Considera que en vez de Medina criticar, porque fue parte del gobierno de su partido por dos años, debería presentar propuestas para mejorar lo que entiende su partido no está haciendo bien, así como también los seguidores del presidente de la República y del PLD y el propio mandatario en vez de hacer cambios de danilistas en la administración pública, deberían de pensar en respetar los puestos.

Para el analista político esa situación lesionaría gravemente la capacidad del PLD de presentarse unificado a las elecciones del 2008.

Al observar la competencia interna como positiva, entiende que la misma debe tener un nivel institucional, de respeto mutuo y de presentar exclusivamente cuáles son las propuestas, distintas, diferentes que ambos van a someter a lo interno  del partido y hacia lo externo.

Recuerda que hay experiencias de situaciones de partidos políticos que acuden divididos y terminan perdiendo o haciendo un mal papel en las elecciones.

El más reciente caso fue lo que ocurrió en el PRD que por dividirse, entre otras razones, perdió popularidad ante el electorado. El entonces presidente Hipólito Mejía buscó la reelección con la oposición de la mayoría de la dirección del partido. Eso provocó la división.

Tejada Holguín ve como un riesgo para el PLD que sean los mismos líderes peledeístas los que exterioricen las debilidades de sus compañeros.

Cuando se dan conflictos internos ambos saben las debilidades de uno y otros y eso los debilita frente a la oposición externa.

En tanto, Espinal entiende que como en las confrontaciones políticas se dan las descalificaciones y las revanchas, en el PLD las mismas no cesarán por el momento.

Advierte que del lado de los reeleccionistas éstos acudirán a los mecanismos que tienen a disposición: cancelar o remover de posiciones menos importantes a los danilistas, mientras del lado de la facción de Danilo su estrategia será la de hacerse la víctima.

Para la politóloga es difícil desafiar a un presidente de la República, más aún cuando éste busca la reelección  “al menos que el deterioro del Presidente es muy grande y en ese caso el partido sufre”.

Para la también socióloga la confrontación Leonel-Danilo dejará rastros que no se solucionarían fácilmente.

Aunque advierte que el PLD no sufrirá una división importante, porque lo más probable es que la mayoría del partido se quede explícitamente o implícitamente del lado del presidente Fernández, se crearían de alguna manera fisuras difíciles de cicatrizar sobre todo en seguidores de Danilo.

El punto en discusión es hasta dónde Medina podrá debilitar la figura de Leonel para quitarle la legitimidad y hasta dónde la confrontación discursiva de los dos se deteriora tanto que pueda afectar la candidatura del que resulte ganador.

Para Espinal, en un proceso de primarias el liderazgo construido al nivel general tiene mucho peso y señala que Medina tiene el problema de que al no estar en el gobierno sus seguidores no tienen su respaldo.

Además va en perjuicio de Medina que el presidente Fernández es quien controla el Estado, el gran empleador del gobierno; y el tren ejecutivo cuenta con muchos recursos económicos.

“Danilo necesita para impulsar su candidatura, liderazgos nacionales, si no lo logra le será difícil emprender la campaña”, advierte.

De no encontrar todo ese liderazgo  -asegura Espinal-  los que respondían a Medina pasarían a formar parte del proyecto de Fernández.

De su lado, Pérez entiende que la lucha entre el Presidente de la República y Medina se ha intensificado.

Advierte que esa lucha convertiría a una militancia peledeísta menos entusiasta para una campaña externa, toda vez que una de las partes al quedar afectada pondría en juego la unidad monolítica que ha caracterizado por años a esa organización.

Ese problema se agrava para el PLD, agrega el politólogo, porque el PRD a pesar de lo que pueda ocurrir está en una posición muy diferente a otros tiempos. 

“El fortalecimiento del PRD y el debilitamiento del PLD hace más difícil para el partido oficialista mantenerse en el poder.

Para el politólogo las fisuras que se están produciendo en el PLD son definitivamente irreversibles.

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