Consideran que el gobierno carece de una política nacional sobre viviendas

Consideran que el gobierno carece de una política nacional sobre viviendas

POR GERMAN MARTE
En el renglón vivienda, los primeros doce meses del gobierno de Leonel Fernández se han caracterizado por la incoherencia, la dispersión y muy poca actividad, al menos en el sector oficial, y esto se debe a que oficialmente no hay una política nacional para afrontar el déficit habitacional.

La afirmación la hizo ayer el director ejecutivo del Instituto Dominicano de Desarrollo Integral (IDDI), David Luther, quien considera que el problema del déficit habitacional, que las autoridades estiman en más de 800,000 casas, tiene varias vertientes que hay que tomar en cuenta, entre los que destaca la tenencia de la tierra.

“Hasta ahora no se ha hecho nada, realmente”, afirmó Luther, y agregó que a lo sumo ha habido respuestas coyunturales como la que se dio tras el paso de la tormenta “Jeanne, pero realmente yo no veo ninguna política, tanto así que desde el INVI (Instituto Nacional de la Vivienda) yo no he visto ninguna formulación, ni puesta en marcha de ninguna política”.

Tampoco, según el director del IDDI, se ha convocado a las organizaciones no gubernamentales, comunitarias y de la sociedad civil, para formularle alguna propuesta en el sector vivienda.

Sostuvo que durante la gestión de Joaquín Gerónimo, el INVI convocó a las entidades que como el IDDI tienen alguna experiencia en el manejo del tema, se hicieron talleres y conferencias para definir una política de conjunto, pero ahora nada de eso ha sucedido.

DISPERSIÓN

De acuerdo con el director del IDDI, en el sector vivienda se percibe una dispersión en las instituciones gubernamentales que inciden en el tema.

Señaló que en el sector vivienda está el Banco Nacional de Fomento de la Vivienda y la Producción (BNV), el Consejo Nacional de Asuntos Urbanos (CONAU) y también Eduardo Selman, secretario de Estado sin cartera, “que ahora quiere rescatar las orillas de los ríos (Ozama e Isabela)”; también están el Invi y Bienes Nacionales.

Pero entre todas estas instituciones no se observa ningún tipo de esfuerzo coordinado, en opinión de Luther.

DEFICIT CUALITATIVO

Luther señala que además de un gran déficit cuantitativo, que las autoridades del INVI estiman en 800,000 viviendas, en el país hay un déficit cualitativo, es decir el relativo a la calidad de las casas donde reside gran parte de los dominicanos.

El déficit cualitativo, explicó Luther, se refiere a la falta de los servicios básicos: agua, energía eléctrica, recogida de basura, drenaje pluvial, acceso, hacinamiento, en suma, a la calidad de la vivienda, y estos son factores que se deben tomar en cuenta cuando se habla de déficit cualitativo.

Agregó que entre el 70% y el 75% de las viviendas construidas en el país son del sector informal, o sea, casas levantadas sin criterios adecuados.

Se trata, precisó, de viviendas levantadas en el campo, en los barrios, sobre tierra ajena, sin criterio de localización, sin metodología de construcción. Tampoco hay ningún tipo de vigilancia.

Sin embargo, Luther entiende que esta realidad puede ser una oportunidad del gobierno de Fernández  para incidir en el sector construcción, a pesar de su escasa experiencia en la materia.

CUANTITATIVO

En opinión de Luther, el gobierno debería “apalancar” al sector privado y también recursos de la sociedad civil y las organizaciones comunitarias.

“Cuando digo apalancar, digo liderar el proceso, y con los fondos que ellos tienen, agregar eso a lo que ya nosotros –que tenemos muchos años en eso- estamos haciendo”, indicó.

Sin embargo, recalcó, no ha habido ningún intento en este sentido. Consideró que el rol del Estado no es ser sólo ejecutor, sino también el líder y en este sentido puede apuntalar a los demás sectores.

Sostuvo que el gobierno puede y debe enfrentar tanto el déficit cuantitativo como el cualitativo, y a cada uno debe darle una respuesta específica.

CLASE MEDIA

En opinión de Luther, los recursos aportados por el Estado y el sector privado para la construcción de  viviendas, sobre todo a través financiamiento vía el BNV, va dirigido ante todo a beneficiar a personas de clase media, y quizás clase baja alta, pero no a los de menos ingresos.

PISOS DE TIERRA

En cuanto al programa de cambiar pisos de tierra por cemento que desarrolla el Invi, Luther considera que no se puede hablar de un programa de vivienda mejorando solamente los pisos.

Aunque reconoce que es necesario mejorar los pisos, adujo que si una casa tiene pisos de tierra, es casi seguro que tampoco tenga zapata, y tampoco sirven sus paredes.

“Creo que esto es cortoplacista y no va al fondo del problema”.

¿QUÉ HACER?

Entonces, lo primero que el gobierno debe entender, de acuerdo con Luther, es entender que no es el único actor en el terreno, que hay otros sectores que intervienen en el asunto.

Consideró que el gobierno debe convocar a los demás sectores para definir una estrategia, una política conjunta, que el gobierno asuma su rol de coordinador del sector, “y permitir que nosotros (las ONG y los grupos comunitarios) nos integremos a una política global, que nosotros también ayudamos a formular”.

Denunció que en el INVI cambiaron todo el personal, es una institución nueva, “no hay continuidad a los planes”. Entonces, acotó, “si ellos quieren aprender que lo hagan de nosotros, que tenemos muchísimo tiempo ahí”.

Subrayó que sólo, el gobierno no podrá resolver el problema de la vivienda en el país.

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