Consideran venta terrenos parque sería vergüenza

Consideran venta terrenos parque sería vergüenza

El equipo ambiental de la Academia de Ciencias de la República, la Asociación de Hoteles Romana Bayahíbe y más de cuarenta entidades científicas, académicas y ambientalistas, consideraron ayer como una «vergüenza nacional y contra toda recomendación técnica y científica» el proyecto sometido por el gobierno al Senado para vender a la empresa Globalia terrenos del Parque Nacional del Este.

También expresaron que el Sistema Nacional de Areas Protegidas representa un patrimonio nacional insustituible que debe ser protegido a toda costa de los intereses particulares que pretenden monopolizarlas “por puro interés económico».

Renato Rímoli, director del Equipo Ambiental de la Académica de Ciencias, dijo que las áreas protegidas de un territorio persiguen la preservación de muestras representativas de especies del país, lo que es un importante germoplasma o patrimonio genético invaluable.

«La función principal de las áreas protegidas es la preservación de los recursos genéticos y otros beneficios como el desarrollo del ecoturismo», explicó Rímoli.

Señaló que hace una semana se reunió con la senadora Celeste Gómez y con otros legisladores de la comisión ambiental del Senado, a quienes les explicó la situación.

De su lado, Lisette Gil, directora ejecutiva de la Asociación de Hoteles Romana-Bayahibe, reveló que hay muchas apetencias en torno al Parque Nacional del Este.

«Hay una intención manifiesta del Poder Ejecutivo, de extraer del área protegida patrimonio natural y cultural de todos los dominicanos, cuatro millones de metros cuadrados del Parque Nacional del Este», sostuvo.

Añadió que hay grandes capitales locales e internacionales, entre ellos el grupo Globalia presidido por Juan José Hidalgo, quien desde hace dos años ha venido «haciendo la intentona» de algo que en Europa «sería imposible ni siquiera plantear», porque en ese continente se respetan las áreas protegidas.

Rímoli expresó que las playas son fundamentales en el Parque Nacional del Este, porque son las que le dan continuidad de tierra firme hasta la isla Saona que está separada de un estrecho o canal.

Recordó que en un estudio hecho en 1993 se recomendaba la protección de la franja costera entre la isla Saona y tierra firme, para darle unidad a ese parque.

«Aparte de que es un asunto violatorio a la ley y que es improcedente, la forma en que se ha trabajado va contra toda recomendación técnica y científica», sostuvo Gil.

Calificó como un desprestigio y una vergüenza nacional, cercenar ese parque, porque la misma Secretaría de Medio Ambiente lo reconoce como Patrimonio de la Humanidad y que si el país permite, a iniciativa del propio gobierno, que se enajene parte del territorio del parque, hay una contradicción muy grande.

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