RAMÓN NÚÑEZ RAMÍREZ
El crecimiento de 5.8% en el PIB en el primer semestre de este año, con una variación del Indice de Precios al Consumidor de apenas 0.82%, revela la economía dominicana en el segundo trimestre superó los resultados del primero y que definitivamente se consolida la recuperación del crecimiento con una absoluta estabilidad en los precios y la tasa de cambio, todo ello a pesar de un choque petrolero y el cumplimiento de las estrictas metas del programa con el FMI.

La economía creció 7.2% en el trimestre abril-junio, como en los tiempos del primer gobierno del PLD, que agregado al 4.3% en el primer trimestre redondea un crecimiento del PIB de 5.8% en el primer semestre, lo cual supera en más del doble los estimados de crecimiento para este año por parte del FMI.

Este crecimiento semestral fue impulsado por las comunicaciones, sector líder en los últimos años, con 24.3%, el comercio 14.9%, turismo 10.1%, transporte 6.1% y en menor medida finanzas 3.2% y la agropecuaria 2.3%, mientras las zonas francas, minería, la construcción, el gobierno, así como electricidad y agua exhibieron tasas negativas de crecimiento.

La consolidación del crecimiento se ha debido, entre otros factores, a un incremento de las importaciones de bienes de consumo(excluyendo combustibles) por 57.4%, materias primas(excluyendo petróleo crudo)por 4.4% y de 34.2% en bienes de capital. Otro factor en el crecimiento fue el aumento de 12.6% en el consumo privado estimulado por una recuperación de la capacidad de compra de los salarios público y privado de 23% y un aumento de 23.4% en el crédito al consumo por parte del sector financiero.

Un ejemplo de la recuperación lo constituye el sector de la construcción (con una ponderación de 9.5% en el PIB) que decreció 6.3% el pasado año, 12.0% en el primer trimestre de este año, sin embargo aumentó 5.5% en el segundo trimestre, reactivación estimulada por el descenso en los precios(20-40%)de los principales insumos y de las tasas de interés a los prestamos hipotecarios cuyo promedio ronda el 15%.

El Indice de Precios al Consumidor apenas aumentó 0.82% en el semestre, la inflación anualizada fue negativa en 0.98%, mientras la tasa de cambio se movió en una franja entre 29.50-29.10 pesos por dólar.

Lo impresionante de estos resultados es que acontecen en medio de un choque externo petrolero que ha disparado la factura a US$1,081.4 millones, un aumento de 47.5% en relación al primer semestre del año anterior, sin embargo, a pesar del aumento de las importaciones totales, el efecto sobre el sector externo se compensó con el aumento de las exportaciones en 7.7%, el aporte de divisas del turismo por US$1,940.9 y las remesas por US$1,102.0, facilitando un superávit en cuenta corriente por US$319.8 millones, aunque inferior en 58.5% en relación al superávit del mismo período en el 2004, entretanto el resultado global de la Balanza de Pagos fue positivo en US$551.7 millones. Es importante destacar que la partida de «errores y omisiones», que representa una medida aproximada de la fuga de capitales o la subvaluación de importaciones cuando es negativa, en este semestre fue positiva en US$512.0 millones lo cual puede ofrecer una idea aproximada del retorno de capitales atraídos por la confianza y la estabilidad, los cuales no pudieron ser cuantificados al través de las estadísticas oficiales.

En término de las reservas internacionales, las Brutas aumentaron en 84.6% para situarse en US$1,524.8 millones y las Reservas Netas, de acuerdo a la metodología del FMI, crecieron en 105.8% para alcanzar el tope de US$1,239.6 millones al 30 de junio, mientras las RIN liquidas, de acuerdo a la definición del programa con el FMI, aumentaron en 237% llegando a US$646 millones al 30 de junio y US$673 millones al 28 de julio, cifra que superó la meta de US$650 millones contemplado a los dos años del programa.

La confianza depositada por los agentes económicos en el presente gobierno, actuando simultáneamente con un desempeño de la política monetaria que ha permitido restablecer la estabilidad de los precios, reducir los tipos de interés, aumentar las reservas internacionales, disminuir el déficit cuasi-fiscal y una política fiscal que convirtió un déficit de RD$20,467 millones en enero-junio del 2004 a un superávit de RD$10,895 en el mismo período del 2005, constituyen las piezas fundamentales de una recuperación económica milagrosa luego del país sufrir la peor crisis financiera en la historia moderna.

El cumplimiento de las metas del programa con el FMI, el reiterado compromiso de las autoridades con el mantenimiento de la estabilidad macroeconómica, manifestado en la coordinación de políticas fiscales y monetarias racionales, un sector privado dinámico y confiado en el desempeño del gobierno, así como estos resultados de la economía en el primer semestre muestran a una nación superando la crisis y avanzando hacia la recuperación de altas tasas de crecimiento con estabilidad en los precios.