Conspiración en contra de la estabilidad

Conspiración en contra de la estabilidad

RAMÓN NÚÑEZ RAMÍREZ
Los resultados de las políticas económicas de este gobierno, materializadas en la reducción de la inflación, anclaje de la tasa de cambio a un nivel inferior y el cumplimiento con creces de los topes y metas del programa con el FMI, ha estimulado la reacción de un sector del pasado gobierno que ha concentrado sus esfuerzos opositores en conspirar contra la estabilidad macroeconómica desde dos frentes: con una campaña dirigida desde medios de comunicación y desde el Senado de la República intentando obstaculizar iniciativas contempladas en el programa con el FMI.

En tribunas económicas que en el pasado fueron utilizadas para detractar al candidato del PLD y promover la reelección del agrónomo Hipólito Mejía se pretende confundir a los agentes económicos vendiendo la idea de que la actual disciplina fiscal y monetaria es recesiva, responsable de la perdida de competitividad de los sectores generadores de divisas e intentan socavar la credibilidad de los tenedores de certificados del BC atemorizándolos con pronósticos de cataclismos financieros.

Estos señores fueron los mentores y diseñadores de la política fiscal expansiva y del endeudamiento externo acelerado que condujo a la ruptura del equilibrio macroeconómico con antelación a las quiebras bancarias.

Un crecimiento inorgánico del PIB de 6.6% en el primer semestre del 2002, como consecuencia del incremento del gasto y la monetización de la primera emisión de bonos soberanos, justo en medio de un schock externo, fueron causa eficiente de que el tipo de cambio en el tercer trimestre del 2002 creciera a una tasa cinco veces más que el promedio del cuatrienio 1996-2000 y se remontara en octubre por encima del 20×1. Ya los agentes económicos desconfiados en las políticas gubernamentales habían reajustado las expectativas devaluatorias, sustituyendo pasivos en dólares por pesos, promoviendo fuga de capitales parcialmente cuantificables con la partida «errores y omisiones» de la balanza de pagos por montos récord de US$651 millones en junio y US$854 septiembre. Una década de estabilidad se había perdido gracias a la aplicación de recetas equivocadas y al déficit de credibilidad de las autoridades.

Los que promovieron el incremento del gasto y el endeudamiento masivo y que provocaron la mayor hemorragia monetaria en la historia del peso dominicano devolviendo la totalidad de los depósitos, reales o virtuales, de Baninter, ahora reclaman políticas monetarias expansivas a sabiendas de que éstas no inciden en el largo plazo sobre las variables reales de la economía y si bien a corto plazo pueden estimular cierta reactivación, lo cierto es que esta ganancia momentánea se pierde en términos de la pérdida de confianza en las autoridades y en el reajuste por parte de los agentes económicos de las expectativas de inflación y devaluación(perfectamente descrito y hasta cuantificado por el modelo de Barro y Gordon en 1983).

A pesar de su discurso, estos insignes representantes de la profesión saben a ciencia cierta que la deuda pública es sostenible en el tiempo(porque conocen los análisis del FMI y el BM sobre sostenibilidad de la deuda), saben que el déficit cuasi-fiscal es manejable y el stock de certificados se disipará en el tiempo en la medida del crecimiento económico, de la absorción gracias a la inflación y al crecimiento de la base monetaria y también del superávit del sector publico no financiero. Saben también que todo programa con el FMI implica ajustes y medidas restrictivas, algunas de las cuales pueden afectar eventualmente el nivel de actividad económica.

Afortunadamente la conspiración mediática contra la estabilidad no va a prosperar porque sus promotores carecen de la credibilidad que sobra a un equipo económico consciente de su responsabilidad en el mantenimiento de la disciplina fiscal y monetaria, única vía para cumplir con el programa del FMI, consolidar el equilibrio macroeconómico y garantizar la sostenibilidad del crecimiento. El otro componente de la conspiración contra la estabilidad pretende utilizar al Senado de la República para entorpecer la aprobación de proyectos de leyes fundamentales para culminar la renegociación de la deuda externa y continuar vigente el programa con el FMI. La posposición del conocimiento y aprobación de estos proyectos, en el presente los bonos internos y período de vencimiento de los bonos soberanos, impediría la renegociación de la deuda con los tenedores de bonos y la banca privada, abortaría el contrato de renegociación vigente con el Club de París, lo cual equivaldría a dejar sin sustento financiero el programa con el FMI. Por supuesto, esta parte del plan siempre estuvo condenada al fracaso ya que una buena parte de los senadores y la parte mayoritaria del PRD, comprometida con el futuro del país y consustanciada con los ideales del extinto líder máximo, no se iba a prestar a instrumentar una iniquidad en contra de los intereses fundamentales de la nación.

No lograron sus propósitos utilizando a los senadores y mucho menos van a socavar la confianza de los agentes económicos para torpedear una estabilidad macroeconómica de la cual todos somos compromisarios y cuya recuperación está costando muchos sacrificios, ajustes y gravámenes sobre las mayorías.

ranr14@hotmail.co

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