Ver los estragos duele. La tierra, erosionada, sufre cada vez más los embates de gente irresponsable, adinerada y con poder, a la que no le duele que Constanza se esté quedando sin agua y, por supuesto, se juegue con el futuro de todo el país.
En la loma todos saben que, a pesar de lo que dijo su titular, Bautista Rojas, Medio Ambiente no pasa de hacer el allante porque no “puede”. ¿A quién se le va a ocurrir meterse con el general que ostenta el más alto cargo o con un miembro del Comité Político del partido de Gobierno? Esas son luchas que, generalmente, nadie quiere librar.
No es casualidad que el Consejo Ambiental de Constanza denuncie que Medio Ambiente sólo ha puesto una multa por la construcción de un pozo tubular (y a pesar de ella ahí está) y que la Fundación Moscoso Puello denuncie hoy que más de 140,000 tareas de bosques nublados y pino han sido arrasados en los últimos años.
Tal es el irrespeto de la gente y la falta de control de las autoridades que vemos cómo algunos insensatos envenenaron cientos de peces en la laguna Los Meyreles, a pocos pasos de la terminal de cruceros de Maimón, para atraparlos más fácilmente. ¿Lo peor? Lo más probable es que esos peces sean comercializados, aunque están contaminados, para el consumo humano.
Si esos casos duelen también fue duro ver a los 19 perros y 6 gatos que fueron envenenados el pasado fin de semana en la Ciudad Ganadera, donde eso ha pasado varias veces. ¿Quién será tan atroz? Es evidente que perdimos la sensatez y la sensibilidad. También que esta isla tiene pocos dolientes en el Gobierno. Lloraré.