Constatan agilidad en expedición de cédulas

Constatan agilidad en expedición de cédulas

POR LEONORA RAMÍREZ S.
Cortés, e indelicado en escasas ocasiones, es el trato que reciben los usuarios en  centros de cedulación de la Junta Central Electoral (JCE), aunque la rapidez con que se expiden las cédulas borra la poca amabilidad de algunos empleados, sobre todo los del área de vigilancia.

Conseguir un duplicado de la cédula de identidad y electoral, o su expedición por primera vez, no toma más de media hora, siempre y cuando la dependencia no esté atestada de personas.

En el mejor de los casos no pasan  diez minutos sin que los interesados obtengan  gratuitamente la credencial que los identifica como dominicanos. Basta con entregar el original de la  cédula o una copia, o el acta de nacimiento, para que comience  un  proceso que sólo presencia el usuario cuando el espacio  es muy estrecho.

En  la sede de la JCE, en Santo Domingo Oeste, hay una pequeña área destinada a la entrega del referido documento, en cuya parte exterior se advierten estos mensajes: no se permite la entrada de personas con gorras, lentes oscuros, calipsos, blusas sin hombros ni pantalones cortos.

Allí funcionan varias cámaras para tomar las fotos de quienes solicitan el documento por primera vez, y cuando se trata de una renovación, tres empleados se reparten  los turnos y llaman a los interesados para verificar que el rostro corresponda con la  imagen guardada en el sistema.

Esa es una de las oficinas más ágiles, por lo menos de las que visitó HOY para verificar la calidad del servicio, sin embargo, es una de las más pequeñas porque sólo cabrían cómodamente  16 personas; de presentarse un flujo mayor habría que salir del local.

Aunque hay cierta comodidad, dista mucho del  confort que caracteriza al centro de cedulación de Las Caobas, ubicado también en Santo Domingo Oeste, y donde a las 11:00 de la mañana de ayer no había ni un alma requiriendo la documentación de identidad.

La oficina es espaciosa, muy limpia, y está dividida en varios cubículos. El militar de servicio es quien ofrece información sobre los requisitos que se exigen para el proceso de cedulación, y ,de paso, limita la movilidad de quienes llegan al lugar.

DE LA OVANDO A LA GALVAN

En la avenida Nicolás de Ovando, frente al club Los Cachorros, en un local en venta, está el Centro 6 de Cedulación perteneciente al sector Cristo Rey, en el Distrito Nacional.

Ahí existe la misma agilidad y conformidad entre los usuarios, pero el aspecto de almacén de provisiones evidencia cierto descuido.

A las 12:00 del día alrededor  de 20 personas esperaban turno, sin quejas ni contratiempos.

Pero en el centro de cedulación situado al lado del Juzgado de Paz que funciona en la calle Josefa Brea, en el ensanche Luperón, del Distrito Nacional, la intemperie…el sol y la lluvia cobijan a los usuarios  porque a esa oficina sólo se puede entrar cuando los empleados de seguridad disponen.

De hecho, la gran queja es precisamente el tener que esperar bajo el  sol.

Agustina Rivera, una señora que acompañaba a su hijo en esas labores, consideró abusivo tener que esperar, aunque sea poco tiempo, en esas condiciones.

«Si por lo menos le pusieran un toldito, pero francamente, ellos se creen que nosotros somos animales».

El empleado de la JCE que restringe el acceso al centro es también el encargado de ofrecer, y no en el mejor de los tonos,  las informaciones que exigen los interesados.

Sin embargo, en el Centro de Cedulación 2, situado en la Galván esquina México, en el sector de Gazcue, la estrechez del espacio permite que las personas tengan acceso al área de operaciones.

Apenas tres personas solicitaban cédulas a la 1:00 de la tarde, y las empleadas, de buena gana, atendían sin reparo a los usuarios, como si quisieran que pronto finalizara el turno que concluía a las 7:00 de la noche.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas