POR CLARA SILVESTRE
La realidad demuestra que entre los miembros de una familia existe una  indiscutible conexión, pero lo cierto es que en muchas ocasiones este núcleo se ve afectado, incluso durante varias generaciones, simplemente porque las situaciones o conflictos no fueron resueltos en el tiempo debido.

Las terapeutas Xiomara Lora y Laura Quiñones entienden que así como el universo tiene un orden, del mismo modo todo en la vida lo necesita y más aún una célula tan importante para las sociedades como es la familia, soporte indiscutible de todo individuo.

En ese sentido, ambas trabajan en lo que se llama Constelaciones Familiares, que consiste en terapias o técnicas mediante las cuales se trata de reorganizar el orden de la familia, tomando en cuenta que normalmente se producen sucesos que se mantienen ocultos, pero que viajan de generaciones en generaciones afectando a todos los miembros de la familia sin ni siquiera hacer conciencia de ello.

Destacan que esos pequeños e importantes secretos se guardan única y exclusivamente por amor a ese ser querido que le pasó tal o cual tragedia, y por lo general cuando existen secretos es que vienen enfermedades, frustraciones, procesos trágicos y un sinfín de situaciones que las futuras generaciones cargarían con ellas, incluso sin darse cuenta.

De ahí que se hable de organizar la familia a través de los movimientos del amor y los movimientos del alma, en donde cada cual a través de las constelaciones abre su proceso interno hasta que siente que experimenta una sanación, “dándome cuenta dónde está el punto de mi problema, porque las constelaciones familiares te dejan con la responsabilidad dentro del sistema, viéndote con dignidad y asumiendo tu vida y resolviendo con el conocimiento de qué pasó, dónde pasó y cómo lo puedo resolver”.

Explican que las constelaciones familiares no admiten espacios vacíos dentro de las familias: mamá, papá, hijos, la generación de mamá y la generación de papá, los cuales aunque no estén vivos, deben estar representados dentro del sistema y ocupar un lugar en la vida de cada persona.

Aseguran que los problemas se presentan, porque sencillamente la persona afectada no lo reconoció, no lo trabajó y no lo resolvió en ese momento, por lo que tampoco lo sanó, y para efectuarse una acción debe haber una liberación.

“Y son grandiosas las cosas que se perciben cuando las personas hacen un momento de sanación, produciéndose todo el movimiento que se produce dentro del sistema de la familia, de sus hijos, de sus padres, y todo el que pertenece a esa familia. Existe una conciencia colectiva que es muy de la familia, ésta se encarga de velar por las cosas que pasan y que nadie le pone atención, y es la misma conciencia lo que lo trae fuera. Es como una especie de lazo que une a todos los que integran ese sistema, es una conexión que existe entre todos los miembros de una familia e incluso existe también entre las personas que afectivamente están muy ligadas a la misma”, agregaron.

Indicaron que cuando existen rencores ocultos deberán resolverse para lograr los resultados esperados, de ahí que un perdón sin acción no cabe dentro de la constelación familiar, “muchas personas dicen que perdonan, pero no olvidan y eso no es perdonar”.

UN TALLER QUE INVITA A TOMAR LAS RIENDAS DE NUESTRAS VIDAS

Con el tema “La familia vista desde el lente de la Constelación Familiar” se ofrecerá en la República Dominicana un taller impartido por la terapeuta venezolana Carolina Castillo, codirectora del Bert Hellinger Institute of Western Pennsylvania, Estados Unidos, y supervisora, coordinadora y facilitadora de entrenamientos y talleres en Latinoamérica y Estados Unidos.

La experta fue invitada por las dos terapeutas dominicanas de Constelación Familiar, Xiomara Lora y Laura Quiñones, las cuales fueron formadas en Venezuela.

Con las herramientas que componen la Constelación Familiar, se tratan casos que se presentan en las familias, como: enfermedades inexplicables, depresiones, suicidios, relaciones conflictivas, trastornos físicos y psíquicos, adicciones, violencia, entre otros.

El creador de la Constelación Familiar vivió y trabajó durante 16 años en Sudáfrica, dirigiendo varias escuelas superiores, siendo miembro de una orden de misioneros católicos. Se trata de Bert Hellinger, un filósofo, teólogo y pedagogo alemán que nació en 1925. Éste unió el psicoanálisis, la dinámica de grupo, la terapia primaria, el análisis transaccional y diversos métodos hipnoterapéuticos para crear su propia Terapia Sistémica Familiar.

El evento está pautado para el sábado 10 y domingo 11 de septiembre, para cualquier información puede llamar al teléfono 809-530-9896 .