SANTIAGO. usto el día del cumpleaños de su madre, fueron velados y sepultados los restos de los tres niños que perecieron quemados cuando la vivienda en la que residían se incendió el viernes en la noche. Una cortejo de familiares, amigos y vecinos acompañó el sepelio de los hermanitos Omaira María, de 3 años; Oscar Junior Hernández, de 4, y Omaira Carolina, de 5 años, hasta el cementerio del Ingenio.
Al momento de la sepultura muchas flores fueron tiradas y el llanto se recrudeció. Los padres, Tomás Hernández y Carolina Tejada, lloraban sin consuelo, igual que la abuela, en cuya casa, en Pueblo Nuevo, fueron velados los cuerpos. Estoy fuerte porque soy cristiano y sé que Dios no hace nada que sea mal para mí o para mi familia. Este día nunca lo olvidaré, sobre todo porque hoy mi esposa cumple 33 años. Es una verdadera tristeza que nos embarga, dijo el padre.
La madre imploraba: no lo creemos, no, mis hijos lindos, no se vayan. El silencio eternizó su grito. Los vecinos expresaron que la madre era abnegada. El director de la Defensa Civil, Francisco Arias, indicó que fue un accidente. Dijo que era la primera vez que Carolina dejaba a las crías solas para ir a estudiar. Su marido estaba en trabajo.