BARCELONA (España) (EFE).- La nueva Constitución europea facilitará la relación de la UE con el resto del mundo y la convertirá en un modelo para regiones como Mercosur o Asia, aseguró ayer Javier Solana, Alto Representante de la Política Exterior comunitaria.
«El tiempo de la introspección para Europa se acaba y el de la acción se inicia», subrayó Solana durante unas jornadas del Círculo de Economía que se celebran en la localidad mediterránea de Sitges.
Solana expresó su satisfacción por el acuerdo alcanzado ayer, viernes, que da lugar a la Constitución europea, un paso que, a su juicio, permite cambiar la discusión de cómo se va a estructurar Europa y qué papel va a jugar en el contexto internacional.
Para el Alto Representante, la Constitución acaba con uno de los obstáculos más importantes de la UE, la presidencia rotatoria que «falla estrepitosamente» cuando Europa quiere ser una institución política y debe mantener, no sólo relaciones internas, sino también con terceros para tener un papel en el mundo.
«La UE ya no es un mercado -insistió- sino un actor fundamental en el mundo, en la solución de conflictos tras protagonizar una historia de catástrofes».
«Europa no puede cerrar los ojos a la guerra, al terrorismo o la pobreza, tiene que jugar un papel y el propio esquema de representación de la UE, los mecanismos internos en la toma de decisiones y la creación de un ministerio de Asuntos Exteriores ayudará a ello», añadió.
En opinión de Solana, la creación de la Agencia para la Defensa supone un paso muy importante para que la UE pueda actuar a favor de la paz en el mundo, para que los diferentes países coordinen sus capacidades y se introduzcan mecanismos eficaces y rápidos de planificación civiles y militares para mantener la paz.
«En esta hora tan difícil, donde el terrorismo es el mal pero no todo el mal es terrorismo, si fuéramos capaces de meternos en la cabeza y en el corazón que esa es una de las cosas que Europa puede hacer por el mundo, habríamos avanzado mucho camino», afirmó.
El también secretario general del Consejo de la UE expresó su «enorme satisfacción» por la nueva Constitución europea porque la UE ya es «un animal constitucional, bastante raro y especial, con la belleza de ser algo nuevo y que otras regiones como Mercosur o Asia tomarán como modelo».
«El acuerdo de anoche es bueno, razonable, defiende equilibrios entre países grandes y menos grandes. Es un reto que avanza y que otras zonas seguirán», insistió.
En este sentido, destacó que el acuerdo se ha alcanzado en un contexto difícil marcado por la crisis de Irak y la ampliación de la UE con la incorporación de 10 países, que aumentan la población europea en 100 millones de habitantes pero aportan un PIB semejante al de Holanda, con las dificultades que ello supone a la hora de establecer un reparto de poder equitativo.
También recordó que la Constitución sustituye a un acuerdo como el de Niza en el que Francia y Alemania pactaron no modificar la paridad de poder en la UE y que no surge de una reunión privada de jefes de Gobierno, sino de una Convención «transparente».