Los constitucionalistas que en abril de 1965 lucharon por el retorno a la democracia y defendieron la soberanía nacional frente a tropas de Estados Unidos recordaron ayer el 52 aniversario de la gesta, con una misa en la iglesia de Las Mercedes y un tributo floral en el Altar de la Patria.
Participaron la Fundación de Militares Constitucionalistas, la Asociación de Excombatientes Constitucionalistas del 24 de Abril de 1965, el Frente de Excombatientes de Abril de 1965 y la Organización de Combatientes Constitucionalistas Coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó.
Andrés Fortunato, presidente de la Fundación de Militares Constitucionalistas, encimó el ejemplo de unidad popular ofrecido en 1965, y realzó la dimensión histórica de la epopeya. En la misa proclamó: “Abril no puede morir”.
Fortunato resaltó que los bandos enfrentados en 1965 ya se reconciliaron, gracias al “perdón constitucionalista” consagrado en el 2010.
La razón de ese perdón es que, a pesar del conflicto, “somos siempre hermanos y son momentos coyuntarales, donde se puede perder la perspectiva de los objetivos que se persiguen”.
Una vez en el Parque Independencia, propuso una revolución ética y moral y condenó la corrupción y la impunidad en el país.
Mientras tanto, la Fundación Coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó y el movimiento “Marcha Verde” confluyeron en la calle El Conde, al pie de la estatua que representa al Coronel de Abril. Allí homenajearon al héroe nacional, desplegaron sobre el piso una bandera estadounidense y proclamaron a gritos: “Muerte al yanqui invasor”. También colocaron fotos de la revuelta constitucionalista.