Dentro del vasto y diverso universo deportivo de la actualidad todavía hay voces que sostienen el criterio de que las llamadas disciplinas de combate constituyen un peligro de lesiones, y en el peor de los casos la ocurrencia de muertes, de quienes se dedican a estas prácticas en las vertientes competitivas de alto nivel y profesional.
Sin embargo, especialistas amparados en investigaciones científicas, nuevas metodologías de entrenamiento y reglas de protección más efectivas, han determinado que en los últimos tiempos las tasas de lesiones y las secuelas negativas se han reducido a su mínima expresión.
Las estadísticas indican que los deportes de combate se encuentran entre las disciplinas de mayor demanda desde las etapas menores del sector, y filosóficamente se destacan por promover la solidaridad, el respeto mutuo y las buenas relaciones.
En la República Dominicana son varios los deportes de combate que forman parte del entramado federativo que han rubricado grandes aportes en el medallero de los principales eventos internacionales del ámbito olímpico. El tema cobró renovado impulso en el plano local con la reciente creación por parte del Ministerio de Deportes de la Comisión Nacional de Artes Marciales Mixtas, a cargo del destacado periodista Yoel Adames, un versado en boxeo y otras disciplinas.
Los deportes de combate datan desde la antigüedad en la cultura helénica con el pugilato y la lucha dentro del programa de los Juegos de Olimpia y también con las confrontaciones de los gladiadores durante los tiempos del imperio romano.
Las disciplinas de combate mostraron su faz más oscura dentro de la modalidad del profesionalismo, es decir, del negocio espectacular, cuyo interregno estuvo por un tiempo salpicado de hechos lamentables. Entre todos, el boxeo de paga se llevaba las palmas, pero en los últimos años las medidas de protección han aclarado el horizonte.
Hoy en día los deportes de combate dentro de los programas de élite han logrado importantes avances en la metodología del entrenamiento unido a la psicología del deporte y otras ciencias aplicadas, experimentándose asimismo una notable mejora en los renglones físico, técnico y táctico.
Según las conclusiones de un trabajo sobre ciencias del ejercicio y el deporte organizado por la Universidad Pablo de Olvide de Sevilla y la Universidad de Puebla, México, en los deportes de combate la fuerza está presente en la mayor parte de las acciones motrices e interacciones competitivas, sin un adecuado nivel de fuerza el especialista en combate no podría reclutar las unidades motoras suficientes para responder a las nuevas necesidades de las competiciones deportivas.
El desarrollo y variedad de las disciplinas de combate ha sido tan extraordinario en los países avanzados, que los expertos y autores han tenido que clasificarlos conforme a ciertas características. Las más conocidas son las clasificaciones según la finalidad del enfrentamiento y según su acción motriz.
La primera la integran los deportes de cuerpo a cuerpo (judo, lucha, canaria, lucha glima); deportes de golpeo o marcación (karate, boxeo, taekwondo, full contac, kun fu) y deporte de toque, derribo y golpeo (Esgrima, kendo y lucha de garrote). La segunda clasificación también se divide en tres grupos: primero deportes de combate con derribo, fijación de adversario y control (lucha olímpica, judo y sumo); deporte con golpeo, uso de las manos y utilización de las piernas (boxeo, full contac, taekwondo, muay thai) y deporte con tocado, implemento metálico y de madera (florete, sable, katana y lucha de garrote).
Como se puede apreciar en ambas clasificaciones hay algunos puntos de coincidencia, pero también se puede observar que no están incluidas la totalidad de la extraordinaria cantidad de nuevas disciplinas de combate. Lo que debe quedar claro, es que muchos padres no deben abrigar temores para permitir que sus hijos se decidan por iniciarse en programas de desarrollo de estos deportes, pues no representan peligro, siempre que sean dirigidos por entrenadores de reconocido nivel y experiencia.