Caracas. – La Asamblea Constituyente que rige Venezuela con poderes absolutos acordó, por unanimidad, asumir competencias del Parlamento controlado por la oposición, que aseguró que desconocerá lo que denunció como su «disolución» impuesta por el presidente Nicolás Maduro.
Reunida en sesión este viernes, la Constituyente legislará en las materias para «garantizar la preservación de la paz, la seguridad, la soberanía, el sistema socioeconómico y financiero, los bienes del Estado y la preeminecia de los derechos de los venezolanos», según el decreto.
En su cuenta de Twitter, la Asamblea Nacional (AN, parlamento) aseveró que Maduro busca anularla a través de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), por lo que dijo que no reconoce ni acatará esa decisión, que calificó como un «golpe de estado».
«La ANC es nula y sus actos ilegales e inconstitucionales. Decisión de anulación no será acatada por AN, comunidad internacional o pueblo», agregó el Congreso, que convocó a sus seguidores y a miembros del cuerpo diplomático a una sesión en la mañana del sábado. La Asamblea Constituyente debe redactar una nueva Carta Magna pero mandará en Venezuela por dos años como un «suprapoder», más allá del período de Maduro, que finaliza en enero de 2019.
«Más allá de reescribir la Constitución, se convierte de facto en el órgano legislativo. Era uno de los espacios que el gobierno buscaba finalmente controlar», declaró a la AFP Diego Moya-Ocampos, analista del IHS Markit, con sede en Londres.
«¡Los vagos a trabajar!» . El decreto, que incluye la potestad de dictar leyes, fue tomado en una sesión a la que se negó a asistir la junta directiva del Congreso, que había sido citada por la presidenta de la Asamblea Constituyente, la excanciller Delcy Rodríguez. «¡No vamos a permitir más desviaciones de poder! (…)
¡Llegó la Constituyente a poner orden!», advirtió Rodríguez en tono enérgico, poco antes de la lectura del dictamen. Además, la Constituyente recordó que «todos los órganos del poder público se encuentran subordinados» a ella. Ante ese «suprapoder» han acudido representantes de todos los poderes públicos, incluido Maduro, desde el 4 de agosto en que se instaló.
Excepto el Congreso. En una carta abierta, la junta directiva parlamentaria había señalado que consideraba nulo los «mandatos y todos los actos emanados» de la Constituyente, elegida el 30 de julio entre denuncias de fraude y desconocida por más de una docena de países. Aunque asume amplísimas funciones legislativas, Rodríguez aseguró que la Constituyente tiene facultades para legislar y descartó que se trate de una disolución de la Asamblea Nacional.
«No señor, los vagos tienen que trabajar. No está disuelta, vayan a trabajar y a cumplir la leyes de la República y tienen que respetar al poder constituyente originario», dijo Rodríguez, al afirmar que los diputados tienen «funciones consustanciales» que cumplir.
Según la asambleísta, la Constituyente «va a convivir» con el Congreso. Ambos órganos sesionan en el Palacio Legislativo, en salones diferentes, pero hasta ahora han preferido no coincidir.
«De golpe en golpe». A fines de marzo pasado, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), acusado por la oposición de servir al gobierno, había asumido funciones del Parlamento.
Ello provocó amplio rechazo internacional, lo que lo hizo dar marcha atrás en menos de dos días. Aunque revirtió entonces su decisión, desató una ola de protestas que dejaron unos 125 muertos entre abril y julio, así como miles de detenidos y heridos.
«Para los que andan chillando, la ANC no ha eliminado la AN, solo asume funciones de quienes se han colocado al margen de la Constitución», enfatizó el poderoso dirigente chavista y asambleísta, Diosdado Cabello.
«Fraudulenta Constituyente decidió cerrar definitivamente la legítima Asamblea Nacional», escribió el líder opositor Henrique Capriles en su cuenta de Twitter, dirigiendo su mensaje a la comunidad internacional, la ONU y la OEA. Para el diputado opositor Juan Guaidó «el régimen» hace un «harakiri político». «De golpe de estado en golpe de estado ha sido la historia de su falsa revolución, ahora transitan a un absurdo totalitarismo». mis/nn