Más de 160 comerciantes del entorno del elevado que se construye en la intersección de la avenida Charles de Gaulle con carretera Mella, denunciaron la quiebra de sus negocios, sin que hasta ahora reciban ninguna recompensa o información al respecto por parte de las autoridades.

Señalaron que sus negocios se fueron al suelo, desde que comenzó la obra, hace diez meses, por lo que han despedido a decenas de empleados y contraídos deudas por encima de 500 millones de pesos para no cerrar.

Abel Wong, propietario de la cafetería Lamax, en la Charles de Gaulle, denunció que a pesar de los esfuerzos de los comerciantes por no cerrar sus establecimientos, muchos lo han hecho, porque no pueden seguir laborando con déficit constante.

Expresó que desde que la empresa Odebrecht inició sus labores en abril del año pasado, fueron ignorados, a pesar de sus contribuciones millonarias al fisco a través de impuestos.

Consideró inconcebible que una obra de ese calibre sea levantada sin tomar en cuenta las consecuencias sociales y económicas de sus vecinos, lo que solo se permite en un país sin institucionalidad.

Deplora que cuando los comerciantes presionan la empresa constructora convoca a reuniones que nunca se materializan, mientras invaden propiedades privadas con colocación de vallas y muros sin la anuencia de los propietarios.

Calcula que la construcción del elevado afecta directamente a por lo menos 500 empleados directos, y tienen compromisos por cumplir con la Empresa Distribuidora de Electricidad del Este (Edeeste) por varios millones de pesos, imposible de saldar.
De su lado, Ramón Castro, propietario de la Compraventa La Moderna, dijo que no ha cerrado las puertas, de dos locales que tiene, por la esperanza de ser compensado, sin embargo, de 14 empleados bajo su mando se vio obligado a despedir a ocho.

Alertó al Ministerio de Obras Públicas para que pague u obligue a pagar a la empresa constructora, ya que tiene compromisos muy serios con instituciones financieras, a tal punto que sus establecimientos podrían ser embargados en cualquier momento.
En cambio, Mártires Marte, de Electrónica y Variedades el 9, sostuvo que se mantiene abierto por no entregar el local a su dueño, ya que no cubren siquiera los gastos elementales.

Los comerciantes se encuentran prácticamente presos entre verjas, concreto y equipos.

La obra cuenta con una longitud de 390 metros con cuatro carriles de circulación, con una velocidad permitida de 60 kilómetros por hora, se realiza con la intención de llevar mejoría al tránsito vehicular.

La construcción del viaducto tendría una duración estimada de 12 meses, pero según las informaciones sería inaugurada por el presidente Danilo Medina a mediado de febrero.

Desde los inicios fueron cerrados los tramos de la Charles de Gaulle a ambos lados de la intersección con la carretera Mella.