Construcción del Metro Vs la Academia de Ciencias

Construcción del Metro Vs la Academia de Ciencias

POR ING. HILTON LEE ASTWOOD ROJAS
En el mes de diciembre del 2005, técnicos muy calificados de la Academia de Ciencias, como son el ingeniero Osiris De León y el biólogo Luís Carvajal, denunciaron que el Metro de Santo Domingo se esta ejecutando sin relizar los estudios geológicos y de mecánica de suelos con la rigurosidad y la calidad que una obra de esta naturaleza demanda.

Según los eminentes profesionales, los únicos estudios de suelos que a esa fecha se habían realizado, consistían en 20 sondeos en los 10.0 o 14.0 Km. de recorrido del sistema ferroviario, lo que equivale a  1 sondeo por cada 500.0 ó 700metros. Por lo que,  en un intervalo de 500.0 ó 700.0 metros, no se sabe  nada del material subyacente.

Para que el amigo lector comprenda, es importante aclarar lo siguiente. Cuando se va a construir un proyecto de cierta envergadura, previamente se realizan estudios de mecánica de suelos. De los resultados se obtienen recomendaciones para el proceso constructivo y parámetros que sirven para el diseño estructural y las fundaciones.

Estos estudios comprenden métodos geofísicos como ensayos de resistividad eléctrica, refracción sísmica y geo radar; que relacionan la capacidad de transmisión de corriente eléctrica, ondas sísmicas y electro-magnéticas, a través de los distintos estratos de suelos y rocas. Luego se ejecutan los sondeos.

Con estos ensayos es posible determinar el grado de consolidación, densidad, porosidad, presencia de cavernas, espesores de relleno, profundidad del manto rocoso, tuberías soterradas, nivel freático, comportamiento del terreno ante la eventualidad de un terremoto, así como la estratigrafía o radiografía que consiste en una zonificación, tanto lateral como longitudinal, del terreno subsuperficial. Un sondeo solo es representativo del punto de perforación. Por los resultados de los ensayos antes mencionados se facilita la ubicación  de los sondeos, así como su emplazamiento en zonas anómalas, cuyos resultados sirven para confirmar las propiedades que se han determinado en los ensayos.

La evidencia que confirma  la denuncia del Ing. De León y Carvajal, de que el Metro se construye sin realizarse los estudios de suelos, son las declaraciones del Ing. Freddy Medina, publicadas en el periódico Hoy, de fecha 7 de enero de 2006, que expongo textualmente: “Reconoció que el terreno es muy malo en Villa Mella. Si nosotros avanzamos con una rapidez, como se hizo en el tramo de Modesto, estamos propensos a que se derrumbe. Entonces las excavaciones se convierten mas amplias”. Termina la cita. En otro párrafo dice: “Señaló que hay zapatas que ameritan hincar pilotes, porque el terreno no está como esperábamos”.

Estas declaraciones se prestan a interpretarlas como que hay improvisación, ó que se están resolviendo los problemas constructivos sobre la marcha, sencillamente porque no se han realizado los estudios correspondientes.

Un aspecto importante señalado por los técnicos es el que a continuación cito: “ al norte de la Av. John F. Kennedy, la roca comienza a perder su litificación y entra en facies totalmente margosa que llega a degradarse a una arcilla calcárea con propiedades diametralmente opuestas a la caliza coralina de la franja litoral, lo que obligaría a cambiar la metodología de excavación y el tipo de blindaje requerido para que el túnel soporte los esfuerzos compresionales generados por la masa suprayacente”. Aparentemente  la degradación de la arcilla calcárea se intensifica hacia Villa Mella, probablemente hasta convertirse en un suelo blando, altamente compresible y plástico. Esto por las declaraciones del ing. Medina, de que el suelo en Villa Mella es “malo”.

En términos simples, esto significa que la arcilla calcárea, es un material con mucho menor resistencia al esfuerzo cortante que la caliza coralina, y que a la profundidad de las excavaciones a cielo abierto contemplados, podrían producirse deslizamientos importantes, que pondrían poner en peligro o causar daños a edificaciones circundantes. Pero esos deslizamientos podrían ser aun mayores por la baja calidad del suelo en Villa Mella.  En condiciones de saturación, el talud se hace aun más inestable y las  fuerzas debidas al derrumbamiento, se incrementan en una tonelada por cada metro cúbico de agua que entra al suelo, fruto del peso específico del agua.

Relacionado con la inestabilidad del talud de la arcilla calcárea, es que los eminentes ingenieros de la Academia de Ciencias exigen a la OPRET, la presentación al país de pruebas como: niveles de relajación de la roca después de la excavación,  zonas de interferencia entre el bulbo de cada una de las edificaciones ya existentes y las líneas de corte de cada material cortado, el coeficiente de fricción interna, así como las presiones de poros que han sido medidos en la franja arcillosa de la zona norte y las formas para reducir esas presiones en los períodos de lluvia. Recordemos lo sucedido en el lado norte del túnel de la Av. 27 de Febrero con Máximo Gómez, en el año 1999, cuando el muro se agrietó por la presión del suelo en condiciones de saturación, después de varios días de lluvia intensa, y los mecanismos de reforzamiento del muro y de drenaje.

 Un estudio importante es el de refracción sísmica, que permite determinar el comportamiento del suelo ante la eventualidad de un terremoto. Este estudio se hace muy importante precisamente en Villa Mella. Donde el suelo es “malo”ó blando. Ocurre que las  ondas sísmicas sufren amplificaciones extraordinarias cuando se transmiten hacia la superficie terrestre, a través de estratos blandos y compresibles, con un movimiento casi armónico y un periodo de vibración que varía con el espesor de la arcilla subyacente

La respuesta de las estructuras va a depender de su capacidad de amortiguamiento y de la relación entre el periodo de la estructura y el periodo dominante del suelo. Mientras mas cercana a la unidad sea esa relación, existen muchas posibilidades de colapso y de daños severos en las estructuras. Se debe tener presente que las columnas precisamente en Villa Mella, funcionan como un péndulo invertido, por lo que es recomendable, determinar el periodo de vibración del relleno blando, en función de los resultados del ensayo de refracción sísmica y compararlo el periodo de vibración más desfavorable de la estructura del metro. De manera que la relación entre ambos periodos menor a 0.7 ó mayor a 1.2. Es decir, ubicar la estructura fuera de la región de respuesta máxima. Pero además que la estructura sea diseñada con un factor de disipación de energía de 1.0, o sea, para el 100de la fuerza sísmica calculada.  

Otro aspecto importante es el nivel freático. Se ha podido comprobar que el problema de la licuación no es propio de las arenas, sino que también afecta los suelos arcillosos, provocando el hundimiento y volteo de las estructuras. Este fenómeno se presenta cuando una solicitación brusca como un terremoto, provoca una disminución brusca de la resistencia al esfuerzo cortante hasta valores que pudieran ser nulos, como consecuencia de un incremento también brusco de la presión de poros  Pero también está el efecto capilar, que es mayor en los suelos finos, afectando su estabilidad, pudiendo provocar fallas en el pavimento. De ahí la importancia del drenaje de los suelos finos.

Finalmente concluir con lo siguiente. Los trabajos de construcción de Metro de Santo Domingo avanzan aceleradamente. Si se hiciera una cubicación, de manera conservadora, apreciamos se han gastado mas de 500.0 millones de pesos. Por tanto, seria ilógico al nivel que están los trabajos, que los mismos se paralicen desviando los recursos consignados  para esta obra, en la Ley de Presupuestos y De Gastos Públicos para el año 2006, como ha propuestos la oposición política.

hastwood1@hotmail.com

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