Construcciones en costa caribeña

Construcciones en costa caribeña

Hay tramos de la avenida George Washington que todavía presentan restos de las costas tapadas en cuyos remates hay construcciones modernas.

La avenida George Washington, en los tramos que bordea la calle José Gabriel García, donde nacen las calles Hostos, Arzobispo Meriño, Isabel La Católica y Las Damas, todavía conserva partes de las costas, algunas cubiertas con piedras talladas, malezas, y otras con la parte atrás de casas y las cercas de los patios en muchas de ellas y finalmente con el agregado de una escalinata.

Esto fue debido a que en el primer decenio de los años treinta hasta el 1935, el gobierno trajo una draga, la cual era una máquina que se utilizó para del alejado fondo del mar Caribe extraer tierra, lodo y arena que depositaban en las orillas de dichas costas.

Por esto, a  medida que el agua iba llenando ese hueco submarino, se alejaba, y en las orillas de esos alcantilados se formaba una capa de un nuevo terreno, levantando así el suelo de esta avenida, la que se agregó al malecón del antiguo paseo Presidente Billini, situado más adelante.

Así, el 2 de diciembre de 1935 se designó con el nombre de avenida  George Washington, y el 22 de febrero de 1936 se inauguró.

Ejemplos actuales. Hoy, en el primer tramo correspondiente a la misma calle José Gabriel García, se aprecia una baranda que se colocó al borde de la vía porque debajo había una gruta costera. Ésta,  llamada “Cueva de las Golondrinas” debido a que en su interior habitaban estas avecillas,  hoy está cerrada con concreto  y hay una cancha de baloncesto.

Cruzando el inicio de la Meriño, se aprecia esa parte de la costa cubierta con un muro de piedras talladas en cuyo remate se ven  las partes de atrás de  casas y cercas que tienen los patios de las viviendas correspondientes a la José Gabriel García que, cruzando la Isabel La Católica, llega hasta Las Damas.

Desde allí, en esta última calle, se  observa que el alcantilado tiene el anexo de una escalera con descansos, la cual es el comienzo de dicha vía; es singular, porque en el lado este todavía se ven partes de  rocas cubiertas con grama y maleza, que a través de los tiempos nacieron en ese nuevo suelo, en cuyo remate hay otra balconada.

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