Construcciones vs soluciones

Construcciones vs soluciones

Ante el anuncio de nuevas inversiones en el Metro de Santo Domingo, recuerdo que mi amigo Hamlet Hermann siempre me comentaba que las soluciones de tránsito deben ser estudiadas, pensadas, discutidas y vueltas a analizar, para que se cometieran los menores errores posibles.
Siempre dijo Hamlet que la planificación de los esfuerzos por mejorar el tránsito y el transporte debía ser objeto de un profundo y serio estudio multidisciplinario que viera el asunto no como un problema sino como una solución. Un estudio que busque mejorar el tránsito debe despojarse de ambiciones bastardas y soluciones acomodaticias para beneficiar a uno y a otro, a uno y a otro. Cuando se anunció la construcción de un Metro para Santo Domingo, Hamlet sostuvo y lo hizo hasta su muerte, observaciones tales como que la solución del tránsito de esta ciudad de manera que se estudiaran y se aplicaran, posteriormente, soluciones de superficie que incluyeran autobuses que actuaran como si se tratara de un tren, con varios vagones que operarían en tándem.
Hamlet sabía, porque lo había estudiado en distintos países, que la mejor solución no es un sistema de trenes, avenidas más amplias, túneles que comuniquen una zona de la ciudad con el otro extremo, la solución de los problemas del tránsito viene dada por algo tan simple y complicado como la educación y el respeto al derecho ajeno, que actuemos dentro del principio de convivencia que dice: olvidamos que somos los demás de los demás.
Es pues, entre otros, la educación doméstica, ciudadana, la mejor herramienta para organizar el caos en el tránsito que nos afecta. Si solamente entendemos, aceptamos y practicamos que el respeto al derecho ajeno es la paz, que el ejercicio de los derechos también tiene límites y recordamos que somos los demás de los demás, hay una parte de la solución a los problemas del tránsito.
Si la autoridad actúa conforme a la ley, sin dobleces, sin privilegios, si cada ciudadano que conduce un vehículo conoce las leyes y disposiciones que norman el tráfico de vehículos y las respeta y las aplica, contribuimos a la solución, no al problema.
Es evidente que el desorden continúa más allá de la construcción del Metro que fue anunciado como una solución al tapón permanente de la avenida Máximo Gómez, pero la verdad se ha impuesto y ahora hay peores atascos de vehículos en esa vía,
A la “solución” del Metro hay que sumar el no revelado subsidio al sistema cuyo costo aumenta día a día, sin que antes de iniciar nuevas extensiones al sistema se haya realizado un estudio de costo-beneficio sobre la operación de lo actual.
Por supuesto, lo que deja muuuuucho dinero es la construcción, no la solución,

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