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MARIANNE DE TOLENTINO
Es la primera vez que se celebra en Santo Domingo un concurso para la pintura de un mural en un edificio privado, lo que se ha considerado un hecho muy positivo que favorece una forma de arte público y establece un incentivo especial para la creación plástica en una categoría de alta relevancia.
Ocho artistas fueron invitados a pintar, cada uno, un proyecto de mural, a escala y proporciones de la obra que será realizada por el ganador, que resultó ser Antonio Guadalupe. Los proyectos, pinturas de gran formato, ejecutadas sobre lienzo, en óleo y/o acrílica, fueron adquiridas por la compañía constructora de la torre Caney, en la avenida Anacaona de esta capital.
Los artistas recibieron un reglamento muy preciso con las pautas a seguir, y se les invitó a visitar la torre en construcción, donde pudieron ver el entorno del espacio asignado al mural. Los pintores convocados fueron: Aquiles Azar Billini, Sherezade García, Antonio Guadalupe, Radhamés Mejía, Juan Mayí, Geo Ripley, Amaya Salazar e Inés Tolentino. Ellos pertenecen a diferentes generaciones, entre las de los años 60 y los 90.
Un jurado de expertos, reconocidos por su solvencia moral, experiencia y cualidades personales fue designado para tomar la decisión final. Son ellos Gia Caro, María Elena Ditrén, Sara Hermann, Javier Hoyal y Abil Peralta, quienes aceptaron ser los jueces de esa competición artística y el pasado miércoles 31 de enero deliberaron durante varias horas, valorando cada proyecto.
El conjunto de obras presentadas a concurso son representativas de un alto nivel de calidad artística, conceptual y de factura, concluyeron.
Según anuncia el acta de premiación, tomaron en cuenta los componentes estéticos y conceptuales de la obra, la relación dialogante con el entorno del espacio designado, la factibilidad de su realización, nobleza y garantía de sus técnicas y procedimientos para la conservación.
En base a esos criterios, eligieron el proyecto del consagrado artista Antonio Guadalupe, un maestro de la pintura nacional, creador de movimientos y expresiones. En el mismo documento, el jurado se refirió a la obra de Inés Tolentino, reconociendo valores estéticos, dibujo y signo de identidad.
Se espera que Antonio Guadalupe, que contará con la colaboración de dos asistentes, termine el mural para el 30 de abril de 2008, fecha en la que la obra se inaugurará formalmente.
Es un verdadero reto, ya que el mural medirá casi 5 metros de ancho por 9 de alto.
El mural estará situado en un vasto espacio abierto, sobre un espejo de agua a la entrada de edificio, ubicado en la avenida Anacaona de esta capital.
Este concurso ha tenido características que hacen considerar como un precedente a seguir en propuestas plásticas similares. En primer lugar, las normas organizativas y el reglamento se observaron estrictamente. Luego, tanto los artistas invitados como los miembros del jurado son personalidades distinguidas por su profesionalidad y talento.
Finalmente, cada uno de los artistas plasmó, en el proyecto -de hecho una pintura acabada- los conceptos, signos, técnica e imaginación que identifican sus respectivas producciones pictóricas, aplicadas aquí a una obra portentosa en el marco de una torre de apartamentos, singular en altura y diseño. La primera fase del evento artístico la segunda consiste en la realización del mural- acaba de culminar felizmente, acogida con plena satisfacción por las diferentes partes envueltas en la iniciativa que une las artes visuales, la pintura y la arquitectura.
El protagonista
Antonio Guadalupe
Artista plástico mocano
Ha trabajado las formas geométricas en grandes formatos, así como los personajes de la historia dominicana reciente.
Presentó su primera individual en 1968. Lleva cuatro décadas en el quehacer artístico.
