Constructores Metro derriban numerosos árboles

Constructores Metro derriban numerosos árboles

POR UBALDO GUZMAN M.
La Oficina para el Reordenamiento del Transporte (OPRET) derribó el fin de semana y ayer numerosos árboles de más de medio siglo y de valor sentimental, entre ellos de madera preciosa, en la calle Correa y Cidrón, sobre todo frente a la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).

Esas labores forman parte de los trabajos previos para comenzar la excavación a cielo abierto del Metro de Santo Domingo en el tramo de la Correa y Cidrón desde la avenida Máximo Gómez hasta la Abraham Lincoln, lo que entorpecerá la  vida de los residentes de la Ciudad Universitaria y afectará el tránsito de vehículos durante meses.

Esos árboles fueron tumbados, a pesar de que el director de la OPRET, ingeniero Diandino Peña, afirmó el pasado viernes que en el tramo citado sólo se derribarían “algunos arbustos”.

Entre los árboles derribados figuran caoba de decenas de año, mangos, flamboyanes y almendros. En la acera frente al Centro de Oncología se tumbaron varios árboles de caoba y de otra especie. Esta situación produjo dificultades para el desplazamiento de los transeúntes.

Un enorme árbol de mango, que estaba en la acera de la UASD y que fue testigo de las luchas en el centro de estudios en demanda de una serie de reivindicaciones y de enfrentamientos entre policías y estudiantes, fue derribado para dar paso “al progreso”.

Todos los árboles que habían en la isleta de la Correa y Cidrón entre el Oncológico y la próxima esquina fueron derribados. Entre ellos figuran caobas de gran tamaño. La tala de esas especies, además de quitarle frescura a la UASD, le ha cambiado el rostro a la Correa y Cidrón, vía que ha tenido buena vegetación.

La construcción del Metro se ha llevado decenas de árboles y arbustos en el Parque Mirador Norte, el Centro Olímpico Juan Pablo Duarte y en los jardines frontales del Teatro Nacional.

 

Opinión de Bonetti

El doctor Mario Bonetti, ex presidente de la Academia Dominicana de Ciencias, quien reside en una residencia frente a la UASD, consideró que la tala de árboles “es un nuevo crimen ambiental de Leonel Fernández”.

A su juicio, “árboles antiguos no se pueden tumbar si están en la vía pública. Las leyes ambientales han sido papel de sanitario en todos los gobiernos”.

Un árbol que van a tumbar, dijo, es el último que queda del bosque original de grandes mangos centenarios que habían en el país en el siglo XX.

“Yo creo que esto es una nueva burla del gobierno peledeísta a la ley ambiental, porque Diandino Peña no ha entregado un estudio de impacto de estudio ambiental del Metro”, señaló.

Lamentó que los ambientalistas peledeístas que antes de este gobierno eran muy activos se han puesto un zíper en la boca. Dijo que la gente de la OPRET no ha hablado con nadie. “Ellos están trabajando para que la población se quede ante un hecho consumado”, dijo.

La OPRET, a través del Departamento de Afecciones y Contacto con la Comunidad, que dirige el ingeniero Leonel Carrasco, prometió iniciar acercamientos con los residentes y comercios de la zona que será intervenida.

Entre la Máximo Gómez y la Padre Pina, de la Ciudad Universitaria, se podaron algunos árboles y otros fueron derribados. Según el ecologista Luis Carvajal, quien vive en la zona,

no hubo una información previa para los residentes y la eliminación de los árboles no sabe a qué lógica responde.

“Los árboles que quedan en la calle, la mayor parte de 60 ó 70 años, desde que la zona se llamaba Mata Hambre. Esos árboles formaban parte del contorno que identifican urbanísticamente a la zona”, señaló.

A su juicio, si se va a realizar un cambio en el perfil  urbanístico lo menos que la OPRET le debe a la población es una explicación mínima. No está seguro de que la vegetación que será afectada debía ser obligatoriamente removida.

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