Construirán grandes obras en la UASD

Construirán grandes obras en la UASD

POR LLENNIS JIMÉNEZ
El gobierno inicia este lunes la construcción de una serie de obras con inversiones millonarias en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), donde contempla levantar una torre de diez plantas para ubicar las oficinas, un hospital y un moderno comedor.

Sin embargo, con la ejecución de este programa de inversiones, la UASD perderá 20 aulas de impartir docencia, lo que aumentará el déficit, dijo una fuente de entero crédito.

El gobierno, que le ofreció las obras al rector, Roberto Reyna, le solicitó la entrega del edificio que tradicionalmente alojó a la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas, el cual será derribado y reconstruidos en diez niveles.

Se informó que hoy, el rector deberá entregar al gobierno el edificio denominado Nueva Unidad, donde funcionaba la Facultad de Ciencias Jurídicas, por el que han pasado varias generaciones de profesionales del derecho.

Empero, muchas autoridades y profesores se resisten a que este edificio sea demolido por el gobierno, porque se perderán 17 aulas, varios espacios de oficinas y se tendrá que utilizar las tres primeras aulas del segundo edificio donde funciona la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas desde la rectoría de Roberto Santana.

El informante declaró a redactores de HOY que fue el gobierno que le ofreció la construcción de las obras al rector, pero que se cuestiona que estas vayan a ser realizadas tan rápido, cuando la UASD tiene una serie de deficiencias en casi todas las edificaciones, como filtraciones en techos, ventanas dañadas, pisos en mal estado, Falta de baños, butacas, pizarrones, laboratorios y equipos de computación.

Se explicó que la UASD requiere hasta de material gastable y que las nuevas autoridades uasdianas se habrían encontrado deudas con suplidores de materiales de oficina.

La Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas es la única que cuenta con dos edificios: uno ubicado próximo a la puerta de la parte sur, donde funcionaron las carreras de derecho y política desde la época trujillista y la actual facultad construida en la rectoría de Santana, frente a la Facultad de Medicina.

Se explicó que hay profesores que sostienen que los dos edificios son insuficientes para la cantidad de estudiantes de derecho, que es la carrera con mayor cantidad de estudiantes.

Esos docentes afirman que si se derriba el edificio, la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas no tendrá lugar para ubicar su decanato y vicedecanato, así como sus oficinas para las respectivas escuelas de derecho y política.

En ese edificio también funciona la biblioteca de ciencias jurídicas, el centro de cómputos, el área de control y la unidad del personal que supervisa la asistencia de los profesores.

Autoridades del gobierno argumentan que el edificio a derribarse ya tiene deterioros por el tiempo, sobre lo que el personal docente plantea que se le corrijan los daños y se mantenga como testimonio arquitectónico de la era de Trujillo, ya que su interior representa las construcciones de la época y su exterior simboliza el convento de monja que alojó.

Varios profesores consultados que pidieron no ser identificados, dijeron que tanto en derecho como en política lo que se necesita es más espacio para las funciones docentes, porque, por ejemplo, las oficinas de las escuelas de ambas carreras operan en reducidos cubículos, donde se carece de higiene, seguridad y privacidad, al igual que las oficinas de los dos directores de las carreras.

Tildan de increíble que las autoridades de la UASD no hayan planteado la necesidad de que se construyan más locales para baños, debido a que el edificio a sustituirse apenas tiene uno, utilizado tanto por profesores como por el personal administrativo y los baños de la Facultad de Ciencias Jurídicas están dañados.

El único baño abierto en el lugar está localizado en el Salón de Profesores, pero es muy pequeño y presenta una serie de deficiencias.

El Salón de Profesores y otras oficinas tendrán que ser trasladados de la Facultad de Ciencias Jurídicas para usar ese espacio para el decanato y el vice-decanato, de efectuarse el derribo del edificio.

Ante tantas diferencias entre los profesores y las autoridades de la UASD, los docentes aclaran que no se oponen a las obras y que las consideran necesarias, pero proponen que sean construidas en otras áreas que tiene la academia dentro su recinto.

El rector ha estado informando a las demás autoridades de la UASD de los planes del gobierno, en reuniones que se celebran varias veces a la semana desde hace algún tiempo.

El sábado, los profesores avisaban a los estudiantes que el edificio dejaría de operar por las razones expuestas y que debido a eso, los exámenes previstos a impartirse en ese lugar fueron programados para otras facultades.

No obstante, se supo que por la resistencia de los profesores, la discusión del tema se mantuvo «frío» en la semana que finalizó.

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