LIMA (EFE).- Los presidentes de Bolivia, Brasil y Perú inauguraron ayer las obras para construir una carretera interoceánica que pretenden que sea en el futuro la vía de la integración y el desarrollo de los tres países.

La ceremonia del comienzo de las obras se celebró en un lugar de la selva peruana, en el departamento de Madre de Dios, jurisdicción a la que pertenece la localidad de Iñapari, donde comenzará la carretera que se dirigirá a los puertos peruanos de Ilo, Matarani y Marcona en el Pacífico.

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, consideró en su discurso que se trata de «la primera gran vía de esta gran casa común que estamos edificando en Sudamérica». «Esta carretera es la carretera del desarrollo, de la integración de la realización de un sueño de muchos», recalcó Lula en esa región amazónica, a unos 800 kilómetros al sureste de Lima.

Consideró también que los países de América del Sur tienen que aprender de la historia y recalcó «o hacemos la integración o podemos pasar un siglo más siendo países con buenas perspectivas pero países pobres».

Afirmó que la carretera Interoceánica, que vinculará el sur de Perú con Brasil, aportará beneficios directos e inmediatos para la región sur peruana, para el norte y centro oeste brasileños y también para el occidente de Bolivia.

El presidente de Perú, Alejandro Toledo, anfitrión de la cita presidencial para la inauguración de los trabajos de la vía, destacó que se ha esperado 75 años, desde la creación del departamento de Madre de Dios, para que se concrete la decisión de construirla.

Resaltó que la carretera vinculará a Perú con un país como Brasil con más de 180 millones de habitantes y todas las posibilidades comerciales y económicas.

Precisó que se invertirá 810 millones de dólares en la construcción de la vía y que sus beneficios contribuirán a incrementar el Producto Interior Bruto (PIB) de Perú en 1,5 por ciento cuando esté en pleno funcionamiento.

«La integración sólo tiene sentido cuando pasamos de la palabra a las obras concretas que permitirán salir de la pobreza», recalcó Toledo.

La ceremonia inaugural con los presidentes fue simultánea con las que celebraban en otras zonas por las que pasará la carretera, autoridades locales, que la siguieron en una pantalla gigante, como en Urcos, en el departamento del Cuzco, y Macusani en el de Puno.

El presidente de Bolivia, Eduardo Rodríguez, dijo por su parte que la carretera interoceánica permitirá a su país llegar al océano Pacífico e hizo votos para que «este esfuerzo de buena voluntad se concrete» con éxito.

En agosto del año pasado, Bolivia y Brasil inauguraron el Puente de la Amistad, que une las localidades boliviana de Cobija con Brasileia, que forma parte de este proyecto integrador.

La carretera interoceánica beneficiará a la región sur peruana, integrada por diez departamentos, con una población total de más de cinco millones de habitantes.

Se considera que permitirá a Brasil sacar sus productos con destino a los países de Asia con litoral en el Pacífico y a Perú exportar una gran variedad de productos a los estados brasileños de Acre, Amazonas, Rondonia y Matto Grosso y acceder al Atlántico.

Se construirán 1.000 kilómetros de la vía que en total tiene 2.600 kilómetros, 1.600 de los cuales ya están construidos, sobre todo en territorio brasileño.

El contrato para el inicio de la construcción de la carretera interoceánica fue objetado en algunos puntos por la Contraloría peruana, por sus costos y por una supuesta existencia de procesos judiciales que mantendrían con el Estado empresas que integran los consorcios que ganaron la concesión.

El presidente Toledo dijo hoy que las observaciones ya habían sido aclaradas por el ministerio de Transportes y Comunicaciones.

Los consorcios Concesionario Interoceánica Sur e Intersur, integrados por empresas brasileñas y peruanas, ganaron la concesión para la construcción en junio pasado.