El nuevo parque infantil B-Happy, fue construido utilizando llantas de desecho, en el Hogar Escuela Santo Domingo Savio, del sector Honduras de la ciudad de Santo Domingo, para el disfrute de unos 1,600 niños.
Consiste en la creación de módulos de juego y zonas de recreo con neumáticos viejos, con el fin de promover la reutilización para el beneficio comunitario de una forma creativa e innovadora. El diseño fue realizado por especialistas para garantizar la seguridad y resistencia del producto final y la construcción auspiciada por Bridgestone en alianza con su distribuidor Hylsa.
“Los parques B-Happy refuerzan nuestro compromiso con el medio ambiente, así como con las comunidades en las que operamos, beneficiando a la niñez y la salud de las personas. Gracias a los parques construidos hemos logrado reutilizar y disponer favorablemente de alrededor 2000 llantas de desecho”, aseguró Danny Gómez, analista de eventos corporativos y campañas sociales de Bridgestone Costa Rica.
Gómez explicó que esta iniciativa permite brindar un beneficio a los niños a través de la concientización en reutilizar las llantas y la colaboración en la mitigación de los criaderos del mosquito que transmite el dengue, zika y chikungunya.
Karen Herrera, vicepresidenta ejecutiva de Hylsa destacó, asimismo, la importancia de ofrecerles a los alumnos del Hogar Santo Domingo Savio un espacio seguro donde puedan recrearse, jugar y canalizar energía. “Proporcionar momentos de juego es fundamental en el desarrollo emocional, cognitivo y social de un niño y por eso estamos orgullosos de este proyecto”, afirmó.
Desde el inicio en 2012, se han construido 33 parques B-Happy en Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Panamá y República Dominicana, beneficiando a más de 33.600 niños.
En el acto inaugural habló también Melvin Arias, administrador del centro educativo, mientras que la bendición estuvo a cargo del padre Patricio Ramírez.