Por Liz Mieses
La Alcaldía del Distrito Nacional ha entregado un total de 128 parques a las comunidades de las tres circunscripciones de la capital en lo que va de gestión. Estos espacios de esparcimiento, que en su mayoría se encontraban en estado de abandono y eran utilizados para actividades inapropiadas, se han transformado en lugares seguros y bien cuidados gracias al compromiso y la capacidad de trabajo de Carolina Mejía, la alcaldesa de la ciudad.
Aunque aún queda mucho por hacer, el cambio en los espacios públicos es evidente y refleja una mejora en la calidad de vida de los habitantes de la capital. La administración de la ciudad ha demostrado una alta sensibilidad en este aspecto y ha hecho de la creación de parques y áreas recreativas una prioridad.
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Hoy podemos disfrutar de espacios recuperados para el disfrute de los ciudadanos como el Parque de Honduras, La Atlántida, el Pabellón de las Naciones, el Parque Eugenio María de Hostos y 124 parques mas, entre estos el más reciente, la Plaza de la Diáspora Dominicana. Este último es un espacio urbano que cuenta con un monumento que simboliza el viaje que los dominicanos hacen al exterior, llevando siempre a su país y a sus afectos en el corazón.
Es importante que la ciudadanía también asuma el compromiso de cuidar estos espacios de manera organizada para que puedan seguir siendo un lugar seguro y agradable para todos. Mantener la sinergia entre el gobierno central y el gobierno local de seguir trabajando juntos para garantizar el mantenimiento de estas áreas públicas y promover actividades culturales y deportivas sostenibles.
La construcción de espacios públicos como el Paseo de los Indios en el Mirador Sur, así como la instalación de canchas multiuso para actividades deportivas gratuitas, son ejemplos concretos de la promoción cultural y la participación comunitaria en la capital. Estas iniciativas contribuyen a reducir el consumo de drogas, alcohol y otros opiáceos por parte de los jóvenes desocupados y a disminuir los índices de delincuencia en las zonas donde se ubican estos espacios públicos.
En conclusión, seguir recuperando y mejorando los espacios públicos de la ciudad es una estrategia efectiva para promover una cultura de sana convivencia y reducir la actividad delictiva, esto es bienestar y calidad de vida.