Construyendo una “NUEVA MASCULINIDAD”

Construyendo una “NUEVA MASCULINIDAD”

La violencia de género pasa de generación en generación, y este ciclo solo puede romperse si las mujeres y los hombres trabajan unidos para cambiar las estructuras y los valores sociales.
Involucrar en este proceso a la parte masculina de la pareja es una tarea muy compleja en los países en desarrollo, donde la dominación a la mujer por parte del hombre es parte de la cultura y la estructura social.
¿Qué es ser un nuevo hombre? La pregunta abre la puerta a la redefinición de lo masculino que se reclama activamente desde movimientos feministas que defienden una masculinidad que permita una relación de horizontalidad, donde la dinámica de las relaciones no se vea desde la visión de jerarquía y de la subordinación.
En ese sentido Cándido Mercedes, sociólogo y catedrático universitario, explica que la nueva masculinidad presenta una forma de interactuar con los demás desde una perspectiva más amplia, más holística, a la luz de la complejidad, que significa las relaciones de los demás. Lo más importante en la existencia humana es la convivencia social.
“Esto hace que la interactuación en la masculinidad no se forje en la estructura de poder que se dan entre los distintos géneros. La violencia no es innata en los seres humanos, es construida, es social y cultural, de ahí que la nueva masculinidad es una frontera proactiva, para encaminar, encauzar una nueva relación, que permita la sana salud mental entre los distintos actores de un grupo social determinado, de una comunidad, de una sociedad”, explica.
Así mismo indica que se necesita comenzar a forjar una nueva cultura, una nueva mentalidad, donde las relaciones establecidas se hagan desde una dinámica distintas, el cambio de la estructura del poder.
“Por ejemplo, en el Estudio de Latinobarómetro, recientemente divulgado, caemos como el país con más conflicto entre hombre y mujer, con un 87, de 18 países”, señala.
Mercedes asegura además que un cambio en la mentalidad del varón trae excelentes beneficios, pues existirá una horizontalidad en las relaciones. Donde se privilegia el respeto a la diferencia, a la diversidad y se asume como parte medular la tolerancia. Donde la tolerancia hace posible la diferencia y la diferencia hace necesaria la tolerancia.
Con relación a este tema Stalin Montero Santiago, coordinador de la unidad de masculinidad del Instituto de Investigación Género y Familia de la UASD, dice que para redefinir la imagen del hombre en la sociedad se hace necesario identificar la desigualdad de genero “los hombres deben reconocer que vivimos en una sociedad patriarcal que le otorga muchos privilegios por el simple hecho de ser hombres”. Entiende que la nueva masculinidad es posible desde esa perspectiva.
Cambiar el chic. Se cree que por ser algo nuevo, el tema de la nueva masculinidad se debe empezar a trabajar desde la primera infancia, sin embargo Montero asegura que esta transformación es posible en toda la sociedad, para romper con la cultura de violencia machista.
Montero, especialista en temas de masculinidad, asegura que sí es posible cambiar al macho en este país ya que es una conducta socialmente aprendida, “apelamos a un proceso que nos permita desaprender la cultura patriarcal machista y reaprender bajo uno nuevo los códigos de masculinidad solidaridad, no tóxica, no violenta y que esto pueda traducirse en una sociedad más justa.

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